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DE UNA PASTORAL DE MANTENIMIENTO A UNA DE INICIACIÓN

Motivaciones

“Una fe heredada, pasiva, “tenida”, podríamos decir, más que “ejercida”(vivida), sólo podía conducir , en las personas cultas a la indiferencia, y en las sencillas a la superstición».
Cardenal Newman

En la actividad pastoral se suele partir de un supuesto, que en la situación actual, tanto de la sociedad como de la Iglesia, es suponer mucho. Se da por supuesto la experiencia de fe de los practicantes, de los agentes de pastoral. ¿No será por eso que se ofrecen procesos lógicos y no itinerarios? Los procesos son generalmente conceptuales, actualizan nuestras ideas, en cambio los itinerarios ofrecen pasos para vivir una experiencia. Los procesos son atemporales, en cambio los itinerarios se viven en el “aquí y ahora”.

Venimos de un modelo de religiosidad popular en el que se identificaba iniciación cristiana con iniciación socio-cultural. Hoy en una sociedad secular, pluralista y, en España con cierto aire anticlerical, cuyo centro y medida de todo es la persona como sujeto, nos está llamando a los responsables de la pastoral a hacer un pasaje a otra cuyo eje central sea la iniciación y/o reiniciación.

La situación actual del mundo y de la Iglesia nos está retando a que pensemos cómo la persona de hoy entra en la fe cristiana, cómo trabajar su conversión interior y no únicamente cómo mejorar la comprensión del mensaje cristiano. Me llamó la atención, hace ya algunos años, la pregunta que los obispos franceses se hacían en un documento: “¿Cómo se nace hoy a la fe?”, con lo que venían a afirmar: “No sabemos cómo nace hoy un cristiano”. Yo reconozco que nos hacemos la misma pregunta.

Urge que nos preocupemos urgentemente por la iniciación. La iniciación está al servicio de la fe, trabaja para hacer posible y efectiva la acogida del misterio del Señor por parte de la libertad de las personas; la fe cristiana es don de Dios y libre acogida del ser humano de esa iniciativa divina.

Hoy necesitamos priorizar la pedagogía de iniciación que parte de la vida de las personas, que se toma en serio la realidad que se vive, de ahí que necesitemos más de testigos de vida evangélica -no tanto de expertos teólogos- que nos acompañen a vivir el propio itinerario y compartirlo con otras personas. Bien entendido que la pedagogía de la iniciación está llamada a ser una reiniciación permanente, puesto que la vida de las personas está cambiando continuamente, necesitamos que nos hagamos conscientes de la acción permanente del Espíritu de Jesús”.

El hecho que se priorice la pedagogía de la iniciación no niega que se reconozca el papel complementario de la pedagogía doctrinal, pero hoy urge recuperar el “eslabón perdido de la pedagogía de la iniciación” en la pastoral de las iglesias diocesanas.

A quien va dirigido

Pensamos que intercambiar sobre este pasaje, de una pastoral de mantenimiento a otra de iniciación, puede interesar de forma especial a sacerdotes y agentes de pastoral pues son los primeros que están constatando la alarmante disminución de la práctica religiosa y sacramental, junto a un clima de indiferencia, cuando no de rechazo… que genera una desorientación, desánimo y frustración al no sentirse suficientemente preparados para afrontar la actual crisis de la transmisión de la fe.

Itinerario

  1. Informe personal de las actividades pastorales
  2. Cambios sociales y culturales
  3. Retos para la transmisión de la fe cristiana
  4. La Iniciación cristiana
  5. Contenido de la Iniciación
  6. Pedagogía de la Iniciación
  7. Pasajes que hay que realizar
  8. Discernir las actividades pastorales desde la opción por la Iniciación y/o reiniciación