Haciendo camino

Aunque un poco tarde, no quiero dejar pasar la oportunidad de compartir unas líneas de mi última experiencia en el 2º encuentro del itinerario que nos hemos propuesto para este curso 2013-14 el grupo de Alzira…
Como viene siendo habitual lo llevamos a cabo en La casa de ejercicios de La Barraca de Aguas Vivas y, en esta ocasión, eramos 28 buscadores los que sorteando resfriados e inclemencias, nos volvimos a encontrar para proseguir con el 2º paso en el que tras un Powerpoint de bienvenida pasamos al trabajo personal en el que nos planteamos ¿qué es aquello esencial y decisivo que para mi no puede faltar en la vida familiar?.

Más tarde nos reunimos en pequeños grupos y quien quiso pudo compartir su reflexión (en mi grupo lo compartimos todos), para después iluminar desde la Palabra de Dios, concretamente en mi grupo desde la «parábola de los dos hijos»  Mt. 21, 28-32. Y como siempre nos suele pasar en el pequeño grupo, nos pasan dos horas y no nos damos ni cuenta; fue muy enriquecedor.

Nos fuimos luego a comer, y en esta ocasión nos hicieron una «Fideua» que estaba muy buena por cierto y, ya para terminar pasamos a la Asamblea en la que cada grupo tenía que participar a los demás de aquello que habían encontrado de «novedad» en el mensaje de la parábola (cada grupo tenía una parábola diferente: -El hijo pródigo Lc. 15, 1-31; -El buen samaritano  Lc. 10, 25-37; -El banquete de bodas  Mt.22, 1-14 y la ya citada de -Los dos hijos).
Y ya par terminar, una reflexión que quiero compartir por si a alguien le sirve: «Las parábolas son lecciones de vida cuyo objetivo es humanizarnos para vivir en plenitud.
En el Antiguo Testamento Dios llama a Abrahán y le hace una promesa, y Abrahán se fía a pesar de lo improbable e incierto, arriesga y se va en busca de esa tierra que él espera como mucho mejor. Ya en el Nuevo Testmento Jesús en las parábolas también nos hace una llamada y nos indica un camino, pero esa tierra a la que tenemos que llegar no es otra que la realización de nuestra persona en todas sus potencialidades. Pero la clave está en el camino: en la actitud de búsqueda, de apertura, de acogida… desde el desear VIVIR y no sólo sobrevivir.
Por eso mismo las parábolas tienen una parte de provocación y de denuncia, porque nos enfrentan a nosotros mismos, con todas nuestras imperfecciones… y es una lucha que hay que desear superar porque implica un nacer de nuevo desde dentro…
No vale a identificarse con éste o aquél, se trata de entender que Dios nos ama a todos como hijos; no puede hacer otra cosa si su naturaleza es AMOR, pero ¿nos damos cuenta nosotros del porqué somos infelices?, ¿entendemos qué es lo que necesitamos transformar en nosotros para ser auténticamente felices, que es a lo que estamos llamados?
Palabras cargadas de significado que a mi se me han quedado de estas parábolas: La VIDA y el COMPROMISO para hacerla vivificadora y vivificante la encuentro presente en todas ellas, pero también se nos indican unas claves…
-el AMOR INCONDICIONAL
-la CONFIANZA
-el PERDÓN
-la UNIVERSALIDAD
-la COHERENCIA
-VIVIR y ACTUAR desde el CORAZÓN

Y si todo esto somos capaces de entenderlo ¿de qué estamos prisioneros?, ¿qué nos impide vivir y ayudar a vivir en plenitud?…»

Cada uno tuvimos a continuación la oportunidad de expresar en una plegaria (petición, deseo, acción de gracias), lo que sentíamos en esos momentos, para terminar con la canción: «El amor no dice basta» que el verano pasado cantábamos en La Rioja.

Posteriormente hemos revisado el encuentro, y como siempre ocurre a posteriori, quedan ciertas insatisfacciones puesto que siempre hay cosas mejorables y de la experiencia se aprende, pero lo importante es que seguimos haciendo camino ilusionados, con el deseo de ayudar a construir desde nuestra pequeñez un pedacito de mundo un poco mejor.

Edu