¿Por qué no unirnos a tantas personas, grupos, asociaciones… que arriesgan su vida su vida por ese otro mundo posible?
Para ello queremos decir sí a la conversación, al diálogo, al intercambio.
Decir sí a todo lo que acerca y conecta otra vez.
¿Y si creamos ocasiones de hablarse, espacios de debates,
medios de informarse y de oírse?
¿Y si comenzábamos cerca de nosotros,
con nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros colegas y
que así, a manera de gotas que se aglutinan,
formamos una red de promoción de lo humano y de resistencia a lo inhumano ?
¿Y si dejábamos de callarnos?
¡La vida es maravillosa!
Queremos vivir de manera coherente y ofrecer la oportunidad de:
Profundizar en el misterio de la vida y ejercitarse en vivir desde dentro.
Vivir una fraternidad que se universaliza en la solidaridad.
Hacer la “casa común” más habitable ejercitándose en la austeridad y la integración.
¡No hay fatalidad!
No hemos nacido para sufrir esta marcha desenfrenada siempre hacia más riquezas injustamente repartidas.
No estamos allí para sufrir el ritmo de una economía de «siempre más”.
No somos unas mujeres y hombres venidos sobre la tierra para destruir las relaciones humanas que nos hacen vivir.
No estamos aquí los humanos para explotar y maltratar nuestra madre tierra y cuanto la habita.
No hemos venido para hacer la felicidad de algunos al precio del desamparo de un número más grande.
Pensando en el encuentro de este verano, adjunto un primer fragmento de Manifiesto de humanización
La vida nos asombra y nos impresiona a la vez.
La vida nos rebela y adormece a la vez.Las mujeres y los hombres, cada día, le dan forma y la desfiguran a la vez.
La vida es lo que hacemos y sin embargo escapa de nosotros.
¡Hay urgencia!
Hoy como nunca, la ciencia, el genio humano han producido tantas maravillas. Pero también hoy como nunca, la ciencia y el genio humano han producido tantas miserias, violencias, peligros, riesgos incomprobables.
Todas y todos, nos sentimos los dueños del mundo y al mismo tiempo las víctimas de su irremediable marcha incontrolada.
Hoy, nuestra sociedad dispone de medios de comunicación como jamás los humanos han conocido. De forma extraña sin embargo, nos hablamos poco, cada uno trata de arreglársela con su vida.