El pasado día 24 de Noviembre la Fundación SM presentó un estudio sociológico sobre la juventud en España. Trata de diferentes aspectos relacionados con la juventud. Quiero detenerme en los datos que hacen referencia a la relación de la Juventud con la Iglesia y sobre sus prácticas religiosas.
Y los datos son aplastantes, estremecedores. De una lista de 16 instituciones, las mejores valoradas son las ONGS y la peor de las 16, La Iglesia Católica. La Iglesia aparece por tanto en el último puesto de la lista. Y cuando se pregunta por valores, valoran por este orden: la familia, la salud, el tiempo libre y el trabajo y en último puesto, por detrás de la política, la religión.
¿Qué es lo que les influye para que valoren tan negativamente a la Iglesia?
Estas son algunas de sus expresiones: “es demasiado rica” (76%), que se “mete demasiado en política” (64%), que tiene “una postura anticuada sobre la vida sexual de la gente” (75%); ” se mete demasiado en la vida de la gente diciéndole cómo tiene que vivir su vida” (63%) o que “dificulta con sus directrices disfrutar de la vida” /56%).
Se declaran católicos en un 53, 5% de los casos, aunque dicen que la religión “no tiene una gran influencia en sus vidas”. El 62% no entra nunca o prácticamente nunca en una iglesia y sólo el 7% cumple con el precepto dominical de ir a misa.
Hay que subrayar que el estudio está basado en una muestra bastante amplia: 3513 chicos y chicas entre 15 y 24 años y está elaborado por un equipo de importantes sociólogos dirigidos por Leoncio Fernández.
Yo me pregunto: ¿estos datos no tienen que hacer pensar a nuestros obispos, al Papa? ¿Seguirán pensando que la culpa es de la Sociedad, del Gobierno, de los medios de comunicación y no de los máximos responsables de la Iglesia, Papa y Obispos? ¿No se dan cuenta que en la Iglesia hay muchas cosas que echa a la gente ( y más a los jóvenes) para atrás?
¿Será por esto que han decidido tener en España el próximo encuentro internacional de la juventud a ver si así consiguen dar vuelta a las encuestas?
Pero, señores obispos, no es con acontecimientos tan efímeros como el del Encuentro de la Juventud como se va a solucionar este gravísimo problema del alejamiento de los jóvenes de la Iglesia.
Se requiere tomar medidas más de fondo que ya hemos comentado muchas veces y que teólogos como Hans Küng y otros muchos han denunciado.
Es necesario que nuestros obispos tengan capacidad para hacer autocrítica. Que piensen que algo no se estará haciendo bien cuando se produce este alejamiento masivo de los jóvenes.
Y no se engañen si a ese Encuentro Internacional acuden muchos jóvenes tradicionales y conservadores de varios países del mundo.
Eso no indica que los jóvenes están con la Iglesia y con el Papa, sino que en todo el mundo hay muchos jóvenes tradicionalistas y conservadores (del Opus Dei, de los Kikos, de Comunión y Liberación, etcétera) que son los que suelen acudir a este tipo de actos.
Pero la mayoría de la juventud, como indica ese estudio sociológico, está al margen y “pasa” olímpicamente de la Iglesia, sus normas y su doctrina. Y más, en materia de tipo sexual.
Piensen y reflexionen y tomen medidas si no quieren quedarse con una clientela envejecida y sin futuro.
Ah y otra cosa, leer esta noticia sobre el hecho de que al Papa no le gustan los nombres que se ponen hoy en día a los niños/as (http://www.20minutos.tv/video/nuwIJKLW-la-moda-de-los-nombres-exoticos/0/) me ha hecho pensar que la Iglesia dedica demasiado tiempo y atención a chorradas, habiendo cosas realmente importantes a las que dedicar su atención (precisamente las ONG que yo conozco no se dedican a tales tonterías).
En definitiva, creo que el Papa deberia hacer declaraciones que contribuyesen al progreso social, al desarrollo de la paz y la convivencia, a la mejora del ser humano en todos sus ámbitos… Si no es para conseguir esos objetivos, quizás estuviese más guapo, calladito. Pero es solo una opinión y alguien puede opinar por ahí que yo también estoy más guapa calladita…
Lo primero, estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Beli. Es dificil la comunicación estando a años luz… y partiendo además de una posición de «poder». Pero además no parece que haya intención de comunicación porque cuando «la iglesia habla», parece que lo hace creyendo poseer la verdad, con lo que más que comunicación, parece haber una intención de adoctrinamiento y a nadie le gusta que le adoctrinen. Creo que la Iglesia debe pasar por un proceso de profunda transformación, para poder convencer a la sociedad actual.
Todo esto me hace recordar el cuento de «¿Quien se ha llevaso mi queso?», porque la Iglesia parece que se ha quedado sin queso, por no saber adaptarse a los cambios y salir a buscar un nuevo queso.