SEGUIMOS BUSCANDO JUNTOS

Este pasado puente de la constitución, del 5 al 8 de diciembre, tuvimos la oportunidad de reunirnos el grupo promotor español del Servicio de Animación Espiritual por un Mundo Mejor, en una casa rural, en Benicull, provincia de Valencia, para continuar trabajando y experimentando matices de los itinerarios.

                Asistimos: Ana, Cristóbal, Luisi y Antonio de Málaga, Mar y Maite de Pamplona, Mª José, Bernat, Edu y Amparo de Alzira y, Nacho de Bellreguart; faltaba Santiago de Oviedo.

Hemos trabajado mucho, debatido diferentes formas y contenido, que nos llevase a un vocabulario claro y sencillo para llegar al máximo de personas posible.

Deseamos ofrecer nuestro servicio a las diócesis, parroquias, sacerdotes, laicos…. En fin, a todas las personas que “busquen” vivir desde dentro.

El primer día nos centramos en la humanización… “La vocación cristiana al servicio de la vocación humana”. Es decir, evangelizar desde una experiencia profundamente humana, intentar desarrollar el sentido de la humanidad a través de las experiencias vividas; más que teorías el descubrimiento de la interioridad, que la vida pase por mí, a pesar de nuestras idas y venidas, incoherencias.., porque estamos acostumbrados a vivir desde la cabeza (ideas). Es un camino difícil pero apasionante, porque las experiencias de mi vida he de filtrarlas desde mí, para poder llegar a comprenderme a mí misma, más allá de los obstáculos; me hace más consciente de quién soy y lo que quiero ser.

Nuestro servicio por un mundo mejor, tiene una misión abierta y universal, somos un servicio sólo y exclusivamente de animación, no pretendemos en ningún caso buscar adeptos, sino ayudar a buscar una nueva manera de evangelizar mucho más humanizante.

Si el evangelio no pasa por mí difícilmente puede haber una conversión en mi manera de vivir al estilo de Jesús.

El trabajar así es mucho más lento y complejo, porque a veces da la impresión de que damos muchas vueltas a las cosas, pero también es mucho más enriquecedor, porque cada uno desde su experiencia aporta distintos matices y colores.

Para mí ha sido una gran experiencia, porque no importa cómo me sienta, con mis limitaciones, mis ausencias, mi dificultad para encontrar las palabras que necesito para expresarme; nada de eso importa, porque el cariño que nos une suple nuestras pequeñeces, de modo que no me importa mostrar mi vulnerabilidad porque es comprendida y aceptada.

Para mí ha significado un chute de energía positiva, de ganas de continuar buscando, pero sobre todo, de poder compartir VIDA… a pesar que soy consciente de que a veces mi cuerpo no me permite hacer aquello que deseo, pero mi intención sigue siendo el intentarlo.

Me ayuda (nos ayuda) a ser más empáticos, generosos, tolerantes, respetuosos, delicados, con aquellos que piensan diferente.

Uno de los puntos que a mí en particular pero a todos en general, más nos preocupa, es cómo llegar a nuestra familia, al entorno más cercano y por lo tanto mucho más difícil. Poder compartir con nuestros hijos e hijas, las distintas maneras que cada uno vivimos, las creencias o no de cada miembro… Lo importante y lo que de verdad nos une es el amor y eso hace que podamos compartir desde polos muy opuestos nuestra manera de entender la vida.

Sólo viviendo desde dentro me ayuda a saber canalizar las distintas formas a veces encontradas y antagónicas de creer en mi familia, me ayuda a entender que no tienen que vivir cómo yo, cada uno tiene su propia experiencia de vida, lo cual nos ayuda a respetarnos y poder hablar.

Creo firmemente que en nuestra familia se debe poder hablar de todo, estemos o no de acuerdo, porque su forma de entender la vida me ayuda a comprenderlos mejor, y a quererlos también mejor.

Cómo veis ha sido un fin de semana muy intenso, donde nos hemos puesto en manos de Dios (porque nosotros sí creemos que es nuestra fuerza y nuestra esperanza), y desde ese talante de comprensión y compartir, hemos ido intentando dar forma a lo que pretendemos que llegue a los demás a través de nuestro servicio de animación.

Evidentemente tratamos más temas, pero creo que lo fundamental es que cuando uno busca la sintonía y cree que lo que ofrece es bueno y puede mejorar la vida de las personas, vale la pena invertir tiempo, trabajo y VIDA.

Gracias a cada uno de los que habéis compartido este largo fin de semana, que se nos ha hecho muy corto, renunciando a vuestro tiempo libre por creer que es posible hacer de este mundo un lugar más humano.

Gracias por vuestras aportaciones, sentido común, sentido práctico, corazón, emoción, la capacidad de síntesis, pero sobre todo vuestra entrega y trabajo ilusionante por intentar mejorar cada párrafo, cada línea, cada palabra…. Todo esto nos ha permitido conocernos mejor y poder avanzar en este gran proyecto de intentar hacer este mundo un poco mejor.

Agradecer especialmente a Nacho, su capacidad de trabajo, de entrega, pero también de respeto a la diferencia. El ser capaz de abrazar y encajar cada pieza del puzzle, lo cual no es nada fácil porque somos diferentes y con matices diversos, pero complementarios; y tú, haces posible integrarlo todo.

Gracias.

Amparo