Ni por edad ni por las circunstancias actuales -me encuentro en Bélgica- me correspondía estar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Pero lo que no puedo ser indiferente ante dicho evento tan ensalzado por unos y tan denostado por otros (sin olvidar la gran mayoría de indiferentes).
Confieso que hay razones para todas las posturas, hasta para los indiferentes, pues el espectáculo está servido. Me he encontrado con personas de todo tipo y condición, aquí en Bélgica, que me han preguntado: ¿Cómo es que no estás en Madrid?
Pienso que es un derecho el poder encontrarse y manifestarse como creyentes, como lo hacen otros grupos y corrientes, pero creo que hay que sopesar y discernir el modo como se hace dicha convocación, la forma en que se realiza dicho encuentro, la oportunidad, el momento que vivimos, las repercusiones, los costos… Creo que se puede disentir en todas esas circunstancias y que se puede, y es conveniente, manifestarlo.
Pero pienso que en este mundo tan pluralista y en esta iglesia tan pluriforme estamos necesitados de una actitud más abierta y dialogal en la que podamos manifestar nuestra forma de ver, de ser y de actuar, pero que sea a la vez respetuosa con la de los demás. Necesitamos ejercitarnos en ello, pues nuestros sentimientos forjados en el uniformismo nos pueden traicionar a unos y a otros tratando de justificar lo injustificable.
Yo quiero compartir el ejercicio que he hecho para vivir aquella actitud que Jesús les invitaba a sus discípulos contrariados por los signos extraordinarios que habían visto realizar a “otros”, a lo que Jesús les respondió: “los que no están “contra”, están a nuestro favor”.
El ejercicio que me ha ayudado a situarme ha consistido en ver y escuchar dos canciones: “Solo le pido a Dios” (Ana Belén http://www.youtube.com/watch?v=mK7XgM72_Yc ) y “A Dios le pido” (Juanes http://www.youtube.com/watch?v=kMIaYXxLnUA&ob=av2e ) y comprobar que las dos dicen verdad, las dos están determinadas por el contexto en el que se hicieron, pero las dos necesitan, creo yo, ser completadas por un Amor gratuito. Puedes comprobarlo por ti tu mismo/a, para eso basta “picar” en las direcciones de youtube, que he introducido… ¡Ya me diréis!…
Además, como signo de que no comparto muchas cosas, pero que no estoy en contra, es que el evento del JMJ ha renovado en mí el compromiso personal, a pesar de mi edad, por promover una acercamiento a la juventud actual, y acercarme para conocerla, y conocerla para comprenderla, y comprenderla para amarla y servirla… ¿Te quieres unir con tu peculiar forma de ver, ser y actuar?…
Desde el comienzo de la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud), tras escuchar y ver la gran cantidad de ruido mediático que nos han ofrecido, me he sentido llamado a reflexionar sobre este acontecimiento y posicionarme ante el mismo. Al leer el comentario de Nacho en este blog , he pensado que debía poner de manifiesto mis pensamientos.
Las JMJ, han sido un acontecimiento muy difundido por todos los medios, y como tal discutido, defendido por unos, aplaudido por otros y analizado desde muy distintas posiciones. Por todo ello me surgen algunas preguntas:
• En nuestro mundo actual tan influido por la información ¿Las estructuras religiosas han de aprovechar/aprovecharse de estos efectos? Pienso que la mayor parte de los participantes de las JMJ, han querido vivir una experiencia religiosa ¿Es esta la forma más adecuada?.
• La juventud está especialmente necesitada de cauces para expresarse, reunirse, celebrar la fraternidad, poner de manifiesto sus anhelos,… ¿Son estos eventos un cauce serio y adecuado para ello, o por el contrario, responden a motivaciones superficiales que no acaban de profundizar en la experiencia de entrega amorosa de Jesús?
• Resulta evidente el poder de convocatoria a los hechos nos remitimos, pero ¿se busca compartir una experiencia de relación entre personas creyentes, con diferentes formas de vivir su fe manifestada en el amor y el respeto a lo diverso, o más bien se pretende acentuar la identidad de cada uno de los movimientos eclesiales?.
Personalmente he vivido:
Una intensa reflexión sobre lo acontecido que me empuja a:
• Mostrarme atento a los acontecimientos posteriores y efectos que de estas jornadas se deriven, para tratar de encontrar lo positivo que se derive de ellas , buscando apoyar en mi entorno aquello en lo que pueda contribuir a ser desarrollado.
• Tratar de encontrar formas de acercarme más a los jóvenes de mi alrededor buscando compartir con ellos el estilo amoroso de Jesús.
Para empezar, me encantan esas dos canciones. Las adoro.
Para continuar, me siento muy confundida con todo este tinglado del JMJ… me aturde tanta contradicción. Así que imagino que debo ir digiriéndolo poco a poco, hasta que al asentarse pueda reflexionar sobre el pozo que ha dejado toda esta vorágine de sentimientos encontrados.
Para terminar, me quedo con la misma actitud positiva que Nacho. Comparto con él mi compromiso personal, también a pesar de mi edad, por promover un acercamiento a la juventud actual, a la que además por mi trabajo, tengo la obligación de conocer y comprender, para amarla y servirla. Ese es mi compromiso, y en este caso con la parte «infractora» (sería mucho más fácil, con las víctimas) y pienso poner todo de mi parte para que se haga realidad.
Ahora me estoy acordando de algo que he leído sobre la inteligencia emocional y es que «todo proyecto necesita grandes dosis de pasión».