Ya hace un poco de tiempo que quiero compartir con vosotros una experiencia, un tanto insólita que viví en el mes de febrero. Remontándome un poco en el tiempo, todo empezó cuando en octubre del 2012 recibí un comunicado del juzgado de primera instancia de Alicante que había sido elegida como posible miembro de un jurado popular. Después de leer aquello comentarlo con la familia y amigos y hacer las respectivas bromas «cuchufletas» y todos esas tonterías que se dicen y se hacen, guardé la carta y aquello se me olvidó por completo.
Pero cuál no sería mi sorpresa, cuando un empleado del juzgado de Pedreguer apareció por mi casa y me dijo que me tenía que presentar el día 23 de febrero a las 9.30h de la mañana en los juzgados de Alicante, ya que me habían elegido para formar parte del tribunal que en un juicio por cohecho teníamos que decidir. Me fui al juzgado de Pedreguer y allí me informaron de todo, de mis derechos, de mis deberes, me hicieron firmar unos documentos, en los cuales juraba que no conocía a nadie de los que intervenían en el juicio, ni acusados, eran tres, ni jueces , ni fiscales, ni abogados.
Llegó, por fin el 23F, y nos fuimos a Alicante, Antonio me acompañó, como buen esposo, claro. Allí nos reunimos como veintitantas personas de diferente edad y sexo. De estas solo tenían que quedar 9 jurados y 2 suplentes. El juicio estaba previsto que durara 5 días, es decir, toda la semana, si todo iba bien. Los fiscales y abogados hicieron la selección del jurado, mediante un interrogatorio que nos hicieron de uno en uno en la sala del juicio y con las togas y las puñetas (no he dicho ninguna palabrota) puestas. No os podéis ni imaginar cómo impone toda esa parafernalia judicial. A mi casi ni me salía la voz. Su señoría sentada en el estrado detrás de una mesa imponente, con su micrófono delante. A su izquierda los dos fiscales y a continuación los tres abogados, también en un estrado y detrás de una mesa larga. Yo estaba entre asustada y con una gran curiosidad por todas aquellas vivencias completamente nuevas para mí. después de las preguntas nos encerraron en una sala adicional completamente aislada del mundo exterior. De todos los entrevistados solo recusaron a una señora, pero nunca supimos porque. La composición del jurado fue curiosa porque éramos 8 mujeres y un solo varón, y que tenía 19 años, los suplentes eran una y uno. Fue algo que comentamos mucho, porque fuimos saliendo por sorteo.
No quiero alargarme ni hacerme pesada, pero si os digo que la semana resultó corta no pudimos demostrar que el policía había cobrado por hacerles favores a sus dos amigos, con lo cual y después de estar bien asesoradas por la sra. jueza (también mujer), nunca nos dijo lo que teníamos que escribir, solamente nos aclaraba conceptos y como debíamos interpretar los hechos y las pruebas. nos dejó solas en la sala aislada, con café, galletas etc. y un carro con un montón de papeles de todo el juicio, y después de discutir cambiar impresiones nos decidimos a rellenar el cuestionario razonando cada una de las pruebas y contestando la pregunta y el por qué la contestábamos así. Parece ser que lo hicimos muy bien, porque nos felicitó, no por el hecho de encontrarlo no culpable sino por lo bien que lo habíamos razonado todo Como ya he dicho, ya pesar de que en el fondo todos creímos que si lo había hecho, con las pruebas que nos presentaron en ninguna de ellas se vio dinero de por medio, con lo cual el veredicto fue de no culpabilidad. Al salir la fiscal nos dijo que ella lo vio claro que no lo podríamos demostrar aunque todos supiéramos que si había cobrado.
Es curioso y además instructivo, como ves como actúa el fiscal, después de oírlos, dices, está clarísimo es culpable. Después oyes a los defensores y dices este ángel es imposible que haya hecho nada. Pero luego vienen los testigos de la defensa y los de la fiscalía y te van abriendo los ojos. Fue un juicio bastante importante, todos los días salía en la prensa, ya que el principal acusado era un policía nacional de Alicante
Para mí fue una experiencia increíble, dado que me gustan enormemente las pelis de juicios. Gracias.
Pepita