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Amigos para siempre

By 08/09/2014Sin categoría

En nuestro grupo de amigos hay una tradición desde hace unos años al empezar el curso: irnos un fin de semana a una casa rural en el maestrazgo de Castellón, con un lema muy sugerente. “anem a fer el que ens doné la gana” (vamos a hacer lo que nos dé la gana).
Este año nos fallaron dos amigas, Mónica y Fani, pero decidimos irnos igual Mª José, Bernat, Edu y yo.
Ha sido un fin de semana intenso de experiencia de vida compartida…. Confidencias, risas, proyectos, dudas, ilusiones, limitaciones, oración…..
Nos dimos cuenta de que ya no nos pasan flases en nuestra vida que te encienden y te ves capaz de comerte el mundo, pero después al paso de un poco de tiempo es el mundo el que se te come a ti….. Nos dimos cuenta de que es otra cosa, más serena, más madura, más experiencial… Los pensamientos y las acciones pasan por la cabeza pero las tamizamos por el corazón.
No nos quedamos en las ideas, que son importantes, si, pero se filtran de otra manera, porque te das cuenta de que si no van avaladas por la vida, lo único que podemos conseguir es que nos enroquemos en ellas porque claro, son muy importantes, pero nos alejan y abren un abismo irreconciliable con las personas.
La experiencia, sin embargo, nos ayuda a ponernos en la piel del otr@, te hace más permeable a las palabras, sentimientos y vida de los demás, nos ayuda a ser más tolerantes y a entender no sólo mi experiencia sino que me hace más cercana a los cambios y formas de vida de los demás, diferentes a la mía, pero tan válidas como la que más. Nos hace estar más atentos a las necesidades de nuestro alrededor y también más sensibles a la VIDA del Evangelio.
Esto no lo hemos descubierto ahora, no, es un camino de toda una vida, pero sí nos hemos hecho más conscientes que es el único camino que nos acerca a la realidad de las personas y a la humanidad que transmite el evangelio.
Tenía necesidad de compartir con todos vosotr@s esta experiencia vivida que me ha hecho tanto bien. Comprobar que a pesar de lo distintos que somos, hemos sido capaces, no sólo de mantener la amistad a lo largo del tiempo, sino aumentarla y enriquecerla, a pesar de que no nos vemos lo que desearíamos, de no hablar todo lo que necesitamos… Pero el amor ha crecido, la complicidad también, y sobre todo, la seguridad de tener-nos, siempre.
Gracias Bernat y Mª José por ser como sois y por la oportunidad de compartir tiempo, espacio, y vida. Ha sido un trabajo de años, de no estar de acuerdo en muchas cosas, pero eso también nos ha hecho más ricos en matices, y además, comprobamos que nos complementamos y que por supuesto hay más cosas que nos unen de las que nos separan.
Gracias también al movimiento por un Mundo Mejor, que nos ha hecho descubrir que aún tenemos cosas que ofrecer y vida que compartir.
Y a Eduard, porque gracias a él, a su ternura, su presencia, su paciencia y su entrega, me hace cada día mejor persona.
Gracias a todo@s las personas que habéis pasado por mi vida y dejado vuestra huella, a los que estáis y a los que ya no, pero que la suma de todos soy yo. GRACiAS.
Un abrazo, Amparo.

2 Comments

  • Ana dice:

    Amparo, muchas gracias por compartir esta experiencia tan llena de vida.
    Desde que os conozco, vuestro grupo, es para mi una bendición, una posibilidad de intercambio y una entrañable compañía en el camino de mi vida.
    ¡ Que gran tradición para comenzar el curso !.
    Gracias, gracias y gracias.
    Muchos abrazos desde el sur.

  • p. justo dice:

    Que buen inicio de un camino de Conversión en Comunidad. Felicidades
    El Buen Jesús y nuestra Madre Santísima les tengan bajo Gracia y predilección

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