Este pasado 19 de octubre de 2013, nos reunimos como viene siendo habitual desde octubre de 2012, en la «Casa de ejercicios San Juan de Ribera» de La Barraca de Aguas Vivas, un grupo de buscadores, personas diversas; la mayoría ya habíamos iniciado este camino de búsqueda el año pasado, pero con 13 nuevas incorporaciones, sumábamos un total de 45 (apasionante reto).
Constatábamos una vez más la necesidad que tenemos todos de ENCONTRARNOS y de intercambiar parte de nuestras vidas. Unos, sin ningún problema para abrirnos y en cierto sentido «desnudarnos» con nosotros mismos y ante los demás; otros, con algo más de dificultad o reserva; pero todos NECESITADOS.
En algunos estaba la sensación de que de un modo u otro siempre acabamos hablando de la familia, pero es que, ciertamente es básica y determinante en nuestras vidas, como la marca que llevamos impresa en nuestro ser más profundo y que condiciona en gran medida aquello que somos y hacemos. Es difícil pero vital.
Mi experiencia de ese día fue muy gratificante en general. Ya desde la introducción, en la que evocamos en síntesis y de forma ágil el camino realizado hasta ahora; la posterior presentación del camino a seguir este curso; la motivación al tema de la familia, en la que desde un capítulo de los Simpson de forma divertida, se nos invitó posteriormente a evocar y narrar en trabajo personal una experiencia familiar reciente; el tiempo de intercambio en los pequeños grupos; la convivencia entre todos; la puesta en común según la creatividad de cada grupo, de las conclusiones; el performance final… en fin, un día intenso y vivificador.
Personalmente, evoco desde una situación familiar en la que van cambiando los roles, que siempre estamos aprendiendo a querer, sin dejar de cuestionarnos, siempre reinventándonos… Pero todo ello, me ayuda a ser más consciente de la provisionalidad y, de que si algo tengo, es para poderlo compartir con los que me rodean, puesto que nada he de llevar conmigo cuando termine mi paso por aquí, tan sólo el amor que haya sido capaz de mostrar y de dar cuando he tenido ocasión de hacerlo; consciente cada vez más de que la lucha está en la sencillez del día a día, sin grandes pretensiones, tan sólo la de hacer en cada momento aquello mejor que soy capaz de hacer, de la mejor forma posible y con el mayor cariño.
La experiencia compartida en mi grupo fue de una diversidad, de una sinceridad y de una riqueza extraordinarias. Y lo que me sale es daros las gracias a todos cuántos abristeis el libro de vuestra vida; fueron grandes regalos de coraje y deseos de vivir.
Y para terminar, lo haría con la síntesis-conclusión de nuestro grupo: «No existe la familia perfecta, pero existe el amor, y nosotros queremos dejar a nuestro paso, semillas de cariño y de ternura en nuestras convivencias familiares».
Gracias a todos
Edu
Gracias por hacernos partícipes de tus vivencias.
Valoro mucho el ser capaz de expresar con sencillez y claridad los sentimientos y vivencias, por ello , considero un lujo disfrutar de esto.
Un abrazo Beli