Del 5 al 9 de marzo nos hemos encontrado 20 personas, de cinco países (Bélgica, Francia, Portugal, Italia y España) en una cita anual, para intercambiar situaciones, tareas, dificultades, experiencias, esperanzas… Es necesario conocer la realidad.
Hemos constatado la importancia del encuentro personal, la convivencia, las charlas animadas, con ciertas dificultades de idioma, pero que eran superadas por el afán de todos los participantes por entenderse y enterarse. Indudablemente el ser humano está hecho para la inter-relación.
Hemos crecido en conocernos, estimarnos y animarnos unos a otros. En definitiva, una experiencia positiva. Cuando estas preparando las cosas, te da pereza, te cuesta el viaje y los líos que todo trae, sin embargo luego compruebas que todo ha merecido la pena con creces.
Cada país, cada grupo tiene sus propias características, como no puede ser de otra manera, pero al compartirlas, aprendes a relativizar, respetar y descubrir valores e ideas.
También hemos tenido nuestras salidas para conocer y turistear, cosa también muy positiva para todos, unos conociendo y otros valorando nuestro propio patrimonio. En esto ha ayudado mucho que Segovia es una ciudad preciosa, alegre y acogedora, además estábamos alojados en el Centro San Frutos, que está en el mismo centro histórico, nos podíamos “escapar” a la calle en cualquier descanso y disfrutar del ambiente.
Convicciones:
* Seguir en este camino de comunicación y de compartir
* El Espíritu que nos une nos anima.
* Hay mucho que hacer. Seguir buscando, contagiados del espíritu del P. Lombardi. Sentimos esa necesidad.
Este encuentro europeo en Segovia, ha supuesto para mí un valiosa experiencia de relación con otras personas y realidades. Quiero destacar el clima de cordialidad y deseo de compartir. Por otra parte, señalar el valioso intercambio de información sobre las diversas realidades que pusieron de manifiesto los diferentes grupos nacionales de cada uno de los países participantes , pudiendo observarse las diferencias peculiares de cada uno, al tiempo que los deseos y formas de trabajar por el “Reino de Jesús”.
Como en todo encuentro de este tipo, suelen quedarse cuestiones sobre las que nos gustaría haber profundizado más, pero pienso que estas constituyen las líneas de trabajo por las que puede discurrir una comunicación a lo largo del año que gracias a las tecnologías hoy se hace posible y que nos ayudaría a profundizar en nuestra relación como miembros de un mismo espíritu de trabajo.
A mi entender para el grupo español constituyó un reto la preparación y desarrollo del encuentro, al tiempo que una experiencia de crecimiento personal y como grupo.
Vivir el encuentro en Segovia refuerza las relaciones interpersonales, dándonos la posibilidad de descentrarnos de nosotros mismos, como persona y como grupo. Es una oportunidad magnífica para afrontar nuestra propias dificultades. Ir hacia los otros, interesarse en lo que viven los otros grupos, volundad de comprenderse a nivel lingüístico, recibir informaciones para participar mejor aún en la vida del GRUPO ¿no es una experiencia muy rica de enseñanzas tanto para la vida social como para la espiritual ?
Durante el encuentro, me ha llamado mucho la atención la expresión : ‘el bien relacional’ y sus consecuencias, que me hubiera gustado profundizar más si el tiempo lo hubiera permitido.
Unidos con mis compañeros, doy gracias a los miembros del grupo español por facilitar las condiciones de la acogida, el aspecto cultural visitando los lugares famosos de esta maravillosa ciudad y, sobre todo, sus actitudes y gestos de amistad para con todos y todas las personas que íbamos de otros países. Gracias
He compartido con gozo estos días en Segovia.
El encuentro me ha aportado mucho, cada vez estoy más convencida que el «Bien Relacional» es un valor, lo sentimos todas las personas, tenemos necesidad de practicarlo. Seguiremos buscando estrategias para ir creciendo y mejorando en el mundo de las relaciones. Este sentir lo he vivido como algo querido por las personas que hemos participado, siendo de distintos países, hombres, mujeres, sacerdotes, laicos, … una gran variedad de criaturas.
Tenemos mucho trabajo por hacer, me siento muy ilusionada perteneciendo al grupo español, para mí es un lujo descubrir en el Padre Lombardi su visión tan actual del mundo y la luz que nos aporta.
Las visitas, en las que he participado, muy bien organizadas, gracias a Juan Pedro que se ha volcado en atenciones con todo el personal.
Ya me he apuntado para el próximo que será en Portugal.
Creo que me vendrá bien estudiar un poquito de Francés, voy a intentarlo.