Quiero compartir en este bloc una experiencia que al ponerla en común en un grupo de trabajo, se vio muy interesante y actual.
Antonio y yo tenemos un amigo jordano desde hace muchos años, la relación con el nos ha llevado a tener cercanía con otros paisanos suyos de distintos pueblos árabes, e incluso conversaciones y ratos de convivencia, en uno de esos días estaba con una mujer árabe que llevaba ya varios años en España, yo siempre la conocí con el pañuelo en la cabeza, pero un día la vi sin él. Hablando me comento que había visto que esperando sus hijos en la puerta del colegio, ella llamaba más la atención llevando el pañuelo que las demás mujeres que iban sin él y se cuestionó que si el sentido de llevarlo era la discreción y no atraer miradas, comprendió que no estaba cumpliendo el objetivo el hecho de llevarlo puesto. Asi que tomo la decisión de quitárselo.
Estamos viviendo la venida de Dios hecho niño, deseo que llegue a todos nosotros y transforme nuestro actuar, orientándonos a su objetivo
Luisi
Me parece interesantísimo lo que comparte Luisi sobre su amiga árabe y su decisión de quitarse el pañuelo… ¡Qué importante es tener en cuenta el sentido de las cosas! Quien se plantea actuar siempre con una motivación, tiene más fácil decidir si continúa con una costumbre en el vestir o en otro terreno, o cambia para realizar mejor aquello que se pretendía y dio paso al nacimiento de la costumbre. Una lección de ética que tiene mucho de sentido común y libertad de espíritu. Gracias, Luisi, aunque no sé si te conozco. Cecilia