Dentro de dos semanas, del 4 al 12 de agosto, vamos a vivir un “Itinerario espiritual” en el que seremos invitados a una escucha compartida.
El punto de partida es nuestra vida cotidiana, aquella que demasiadas veces nadie se preocupa y ocupa de ella, ni siquiera nosotros mismos que la vivimos y la sufrimos. Encontraremos en la búsqueda y el diálogo una mayor conciencia de mí mismo como persona original y libre, pero no autosuficiente, sino en relación. Desde la mirada propia y profunda nos comprenderemos mejor y nos sentiremos invitados a crecer hacia dentro y hacia los demás.
El punto central lo constituirá, por una parte el decirse cada persona aquello que le da el sentido y las ganas de vivir y, por otra, nuestro referente será el descubrir o redescubrir la novedad que comporta el “evangelio” de Jesús para vivir la vida con sentido. Estos serán los dos ejes sobre el que girará el Itinerario que se nos brinda.
Los otros dos pasos serán para volver sobre lo intercambiado de la vida, para reconocer, redescubrir los signos, las señales que dan sentido a nuestra vida en esta etapa de la vida personal y del mundo en el que vivimos. Finalmente trataremos de resituarnos en nuestro presente para ver las posibilidades que se nos abren de cara al futuro.
Vivir la experiencia de este Itinerario espiritual supone un cambio en la manera de vivir hoy en nuestra sociedad. En ella si hacemos algo, si participamos en el algo, en este caso en unas jornadas, es para alcanzar un objetivo, una meta. En cambio el Itinerario que se ofrece el objetivo, la meta que se busca es “vivir la experiencia de adentrarnos en nuestro interior e intercambiar con otras personas que, a su vez, buscan y quieren crecer como personas con la esperanza de que es posible otra manera de vivir”. Esto quiere decir que la responsabilidad recae sobre cada una de las personas participantes. Por eso podemos responsabilizarnos del Itinerario, pero no del resultado. El resultado dependerá de lo que hagamos en el Itinerario.
Por eso deseo a las personas que van a participar una actitud de búsqueda, inconformidad con el presente que vivimos y confianza en que el Evangelio es un referente donde se fortalece la esperanza en que otro mundo es posible…
Y puesto que es un Itinerario sencillo y abierto a todas las personas, a las que no podéis participar, por diferentes motivos o desconocimiento, queremos después compartir con vosotros nuestra experiencia. Convencidos de que este Itinerario quiere ser una aportación humilde a lo que se llama, de manera redundante, “nueva evangelización”.
Nacho
Las cepas verdes con sus frutos a tono, intuyen que no estaremos con vosotros, en esta próxima edición.
Coinciden las fechas en que hemos de viajar Maite y yo, a un pueblo que al acercarte lees «Hospital».
Vamos a conocer a otras personas y compartir con ellas estos días que se presentan largos de luz y calor.
Pienso que al avanzar en la vida a todos nos cambia.
Buscar lo que da alegría y ganas de vivir con sentido, para mi no deja de ser un esfuerzo.
Sentimos que nos perdamos unas prácticas con todos vosotros.
La frase para las despedidas, que ya no se lleva,( …. si Dios quiere) me hace pensar que los proyectos que hacemos viven en el aire, y cambian a su manera, por los mil colores que lleva la vida.
Por eso digo a los amig@s, «tu siempre escoge el mismo color», el bueno.
Pepe
Pepe,
Mi deseo para vosotros es que a la vuelta de ese pueblo de habitantes con batas blancas, Maite y tú, podáis hacer el itinerario de la vida con pasos cada vez más firmes y sin sufrimiento por el dolor.
Un abrazo para los dos.
La lectura de «Invitados a vivir un itinerario»,ha sido un regalo en el inicio de las actividades de mi vida cotidiana de este día. Ha potenciado mis deseos de participar en este encuentro y llena de ilusión mi proyecto de vida.
Asumo la responsabilidad de la experiencia que voy a vivir en la Rioja, compartirla con otras personas nos enriquece, iluminarla con el Evangelio de Jesús es una propuesta creativa y esperanzada.
Deseo que lleguemos con nuestras mochilas llenas de….., y las ganas de compartir lo vivido con las criaturas que no asistan.
Buenas semanas, buen viaje y millones de abrazos.
Ana
Nacho siempre que leo tu bloc me pongo a reflexionar y pienso estare a la altura de estos ejercicios espirituales aunque a mi me gustan mucho estos retos para conocerme mejor y conocer mejor el Evangelio celia