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Jesús, camino de encuentro con Dios

Dios parece hoy un desconocido, para mucha gente. No les cabe en la cabeza que Dios pueda ser para alguien una fuente de alegría y de fuerza para vivir. Pero el encuentro con él puede cambiar tu vida, al menos tu manera de vivirla.
Al menos a mí me la ha cambiado…

Bastantes personas con las que me encuentro, me dicen, sin yo decirles nada, que hace ya mucho tiempo que han dejado las prácticas religiosas. Viven alejadas de la Iglesia. Pero creo que lo primero que tiene hacer una persona
hoy, para encontrarse con Dios es vivir una experiencia de encuentro. Surge la pregunta ¿pero cómo puede tener esa experiencia de encuentro, que me abra a Dios?, ¿qué caminos puedes seguir para buscarlo?

  • Un primer camino es la experiencia del encuentro con la naturaleza. ¿Eres sensible al campo, el mar, los bosques o la montaña?, ¿sabes mirar al cielo, las nubes, las olas o las estrellas? Abre bien tus ojos y tus oídos para contemplar el universo que te rodea. Puede que no te diga nada, pero puede que un día se te
    presente como un escenario fantástico.  ¿No ves cómo se refleja de mil formas la belleza, la fuerza y el misterio de la vida? Míralo todo desde lo hondo de tu ser. Tú mismo eres una parte minúscula de ese mundo. ¿No has percibido jamás la presencia humilde del Misterio insondable que lo envuelve todo?
  • Otro camino puede ser la experiencia estética. El disfrute de la belleza artística puede invitarte al encuentro con Dios. Vivimos una vida tan agitada y dispersa que vamos perdiendo capacidad para gustar la poesía, la música o el arte. Los caminos pueden ser diversos. Conozco a personas en las que la experiencia de la música crea un espacio interior que les invita suavemente a una actitud más confiada y abierta al Misterio de Dios.
  • Un camino excelente es, sin duda, el encuentro amoroso. ¿Quieres de verdad a alguien?, ¿te sientes querido?, ¿estás enamorado o enamorada? La amistad entrañable, el disfrute íntimo del amor, la confianza compartida, el perdón mutuo, la fiesta, el descanso divertido son experiencias que te pueden hacer saborear la vida de una manera más honda.  ¿No presientes en tus encuentros amorosos la plenitud insondable de quien es sólo Amor?
  • Hay otro camino. Para mí, es el mejor para el encuentro con Dios. Es Jesús. Estoy convencido de que conocer mejor a Jesús, leer sin prejuicios su evangelio, dejarse ganar por su espíritu y sintonizar con su estilo de vivir puede ser el camino para descubrir el rostro de otro Dios del que habitualmente imaginamos, pues es un Dios sencillo, cercano, humilde, compasivo, liberador…, que nos lleva a ver la otra realidad, que bastantes veces no queremos ver…

Te recomiendo que veas el vídeo de la semana y te invito a que lo comentes aquí. Compartamos qué experiencias
nos conducen hacia Dios, pero ¿qué Dios? ¿Un Dios que nos aleja de realidad, o  nos acerca a ella?…

3 Comments

  • WILSON CORONEL SERRANO dice:

    ¿Compartimos con Jesús y con Pablo la conciencia de la urgencia del anuncio explícito y directo del evangelio a todas las personas que se encuentran en situación de empobrecimiento, marginación, exclusión y abandono, o nos limitamos a hacer del cristianismo una bonita costumbre social?

  • Rafi dice:

    Querida Ana:
    Al leer tu comentario me he sentido culpable por tantas veces que viendo a personas en esa misma situación de la que nos hablas no me he atrevido a acercarme y pararme un ratito a hablar con ellas. Gracias por que quizas a partir de ahora esto me sirva para darme la decisión y hacerlo.
    Un fuerte abrazo

  • Ana dice:

    Visto el video de la semana, apuesto por las redes que nos ayudan a crecer, respetar las diferencias, compartir caminos, recrear proyectos,mantener nuestros sueños……..
    Las experiencias que me conducen a Dios, son las que me acercan a la realidad, si me alejan de ella no me sirven para la vida, así que no las practico.
    Las relaciones con las personas es una fuente inagotable, a veces sin usar las palabras, en ningun momento olvido esta herramienta tan rica que favorece la comunicación.
    Hace algunos días, paseando por una calle muy comercial dónde el bullicio y el ruido llegó a molestarme, había un hombre que repetia sin parar,»ayúdame, ayúdame, estoy solo, quiero comer». Me paré a su lado, le puse mi mano en su hombro, y me dijo: «estoy en lista de espera en muchos albergues,no soy de aquí, no tengo familia, tengo neumonia y nadie se acerca a mí, dejan algún dinero en mi gorrilla y se van».
    Ahora comenzó nuestro diálogo, le pregunté su nombre y le dije: si me paro un rato contigo interrumpo tu trabajo, me contestó: no importa señora, no te veo bien, puedes seguir a mi lado el tiempo que usted quiera.
    Bueno, «Antonío, ya me marcho hasta otro día que nos encontremos, pronto vas a encontrar un albergue. Adios Ana, que Dios te oiga.
    La música es una buena compañia, «donde música hubiere, cosa mala no existiere», con la música, lloro, rio, bailo, medito, me relajo, hablo con Jesús, discuto, sueño……., es como el fondo sonoro de una obra de arte que me llena de energía.
    Disfruto en el cine, en el teatro y no os digo en el circo.. El pasado jueves, fuimos al Teatro Cervantes en Málaga. Presenciamos: «Balagan» «La grandeza del Cirque du Soleil en la intimidad de un teatro». Lo recomiendo fué una gozada acudir a este evento.
    Bueno y ya para terminar unas de las cosas mas sabrosas y necesarias en mi vida, es compartir con las criaturas queridas y sentir el calor de un abrazo.
    Desde mi tierra, Málaga, os espero para en vivo y en directo darnos..
    Millones de abrazos, aquí si que entro de lleno y me comunico con el Dios de la vida. Esto es una realidad.

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