Me encuentro en la casa de ejercicios san Javier del Valle de Mérida (Venezuela) con un grupo de personas de diversas partes del país. Somos un grupo plural y diverso, predominantemente jóvenes, hay obispos, sacerdotes, diáconos permanentes, laicos y laicas.
Lo que deseo compartir es el impacto que me ha causado la casa de ejercicios, situada en la ladera de una montaña. Al llegar y entrar uno se encuentra ante un gran espacio rectangular, el centro es un gran espacio verde (aquí llueve mucho no se ve ningún dispositivo de riego), a la izquierda del rectángulo es un espacio libre, en el que sobresale una casaca; su sonido llama la atención de inmediato; las otras tres partes del rectángulo constituyen un edificio de planta baja en forma arqueada. Un amplio pasillo rodea todo el edificio. Se distinguen las puertas de las habitaciones. Junto a la puerta de cada habitación, llama la atención, hay una silla que mira a la cascada como invitando a sentarse y contemplar. Uno siente que nos es una simple casa, hay una gran carga de simbolismo y significado en ella.
Este impacto despertó en mí la curiosidad que me llevó a indagar y preguntar… El obispo de Mérida, D. Luis Alfonso Marquez, me ayudó a situarme y comenzar a comprender el significado. El 15 de diciembre de 1950 hubo un accidente aéreo en el vuelo de Mérida a Caracas en el que murieron 27 jóvenes, todos tenían alrededor de 20 años. Fue un duro golpe para las familias. Pronto surgió, por iniciativa de las familias, el perpetuar su memoria. Como todos habían sido alumnos del colegio de los jesuitas encontraron el apoyo de los mismos jesuitas. Buscaron un lugar para hacer una casa de retiro. El centro sería la cascada para que el sonido del agua fuera a la vez llanto por el dolor de la pérdida y vida nueva gracias a la fe en el Dios de la vida, lagrima por la separación y, a la vez, fuente de la que mana la esperanza. Pusieron las dos hélices del avión siniestrado como testigos de un pasado; pero que, puestas en la parte delantera de la cascada, señalan el vuelo hacia el Cielo. Así lo expresó un padre como se puede leer hoy en una tabla en la que está escrita, con letras labradas por una mano hábil que dominaba la madera y por corazón que ardía en esperanza. Esta es la frase:
“LLORA CASACADA LLORA SIN CESAR
PORQUE NO PUEDES MÁS QUE LLORAR.
NOSOSTROS PODEMOS LLORAR Y ESPERAR.
JESÚS DIVINO PILOTO VOLABA CON ELLOS
Y SE LOS LLEVO A LA FELICIDAD DEL CIELO
J. de Berecibar
Soy testigo, que en esta casa de san Javier del Valle, se respira calma, paz, vida y esperanza, desde el momento en que entras en ella. Y la cascada, día y noche, despierto o dormido, en reunión o en silencio… sigue anunciando que vivir es morir y morir es vivir, ya que la vida es un don de Dios que corre como el agua, lo nuestro es conducirla y canalizarla, esta es nuestra tarea.
Muy bella casa de retiro, pero hay q saber notar q en honor a los 27 jóvenes no fue solo la casa de retiro san Javier… Hay q ver los alrededores donde esta construido el imponente Fe y Alegría, donde nacen cada año muchos jóvenes al saber y a la cultura..Dios siga bendiciendo esta obra..
saludos… hace un mes tuve la fortuna de ir a un retiro espiritual a esa casa, la verdad fue algo increíble la belleza de la naturaleza, y no solo eso sino que en cada rincón de la casa ay algo que te recuerda porque se construyo dicha casa.
ese accidente fue terrible y nada mejor para recordar a esos jovenes muertos que construyendo un espacio para el descanso espiritual.
lo que mas me impresiono fu la capilla y las hélices en la cascada, la capilla es hermosisima tiene infinitos detalles que los hace recordar, la verdad una verdadera obra de arte.
tuve a la oportunidad de sentarme a media noche en la silla que mira al frente de la cascada y la verdad que el sonido me izo pensar en esos jóvenes y en sus familias.
desearía poder volver a ir algún día, no lo creo posible, pero la verdad estar en ese lugar fue como estar por un momento un otro lugar, otro país, otro mundo…
Tuve la oportunidad esta semana de participar en un retiro espiritual en esa hermosa casa de retiros y mi impresion al entrar fue extrema… Sentí como si llegara al cielo… Aquella paz, aquel silencio, aquella frescura que se respira es especial. Solo se oye la cascada que ayuda a llevarse el stress y el cansancio que uno lleva al vivir en una ciudad como Mérida. Me fascinó todos los jardines llenos de flores de diferentes colores, matas verdes y hermosos árboles… Maravillosos… Y cuando entré a la capilla senti algo indescriptible… que hemoso altar! que manos tan divinas las que hicieron esas tallas en madera! Todo tan perfecto…! Así mismo son los pasillos de la casa, de la sala de conferencias… hermosos y especiales trabajos en madera. Quizás no volvamos a tener oportunidad de ver estructuras hechas con tanto detalle, con tanto arte y con tanto amor…. Quisiera vivir allá por siempre!!!
Hola nacho la experiencia es inolvidable y si como dicen los hermanos y como dice la palabra “si el grano de trigo cae en tierra y no muere no puede dar fruto” la casa y la cascasda lo llevan a uno a pensar en la realida de morir a tantos limitantes y barreras que ponemos en nuestra existencia y de vivir la buena nueva de Jesus. El retiro me dio nuevas fuerzas para dejar tantas cosas que me apartan de la realidad de mi pueblo y de mis hermanos. Que el Dios de la vida y del amor te colmen a ti y a mi de su Espíritu para seguir dando a conocer el reino. Animo, valor y mas animo.
Es emotivo comprobar como de un hecho que calificamos como destructivo (la muerte de esos jóvenes) surge un espacio para construir vida( el lugar de convivencia) .
Beli.
L’initiative de ces familles trouve en moi un écho poignant. Perdre un de ses enfants…c’est dramatique !
Cependant, la manière de ‘rebondir’ des parents après ce terrible accident me touche tout particulièrement.
La petite chaise, signalée dans la description du lieu par Nacho, semble inviter les gens de passage à s’arrêter pour se laisser bercer par le bruit de la cascade…et surtout pour porter un regard sur la vie, sur notre vie qui s’écoule inexorablement, mais qui peut être transformée si nous le voulons aujourd’hui et maintenant…NOSOTROS PODEMOS LLORAR y ESPERAR !
Gracias pour la photo magnifique !
La lectura del este comentario en un momento como el que está viviendo nuestra familia, tras la separación definitiva de “la abuela”, con la que llevábamos conviviendo bastantes años, ha sido de cierto impacto. Por una parte, la belleza y la magnífica descripción del lugar, los participantes y el significado de su enclave me han desatado cierto torrente de pensamientos que quiero compartir.
El fluir de la vida es algo que me viene dando vueltas en estas últimas semanas, mi familia ha vivido intensamente los últimos días de la ”la abuela”, pero al mismo tiempo también la esperanza de futuro y el renacer de la vida en el bisnieto que ya está , y en la posible vida de otra bisnieta que viene, ambas posibilidades están simbolizadas en el caer continuo del agua en la cascada.
Mi fe me hace creer que tras este flujo de de muerte y vida o vida y muerte, se encuentra una fuerza divina que nos empuja a cada uno de nosotros a tratar de buscar el cauce para su mejor desarrollo.
Hola, Nacho. Me ha emocionado esta historia y esas palabras talladas en la madera. Y me ha hecho reflexionar sobre lo que dices sobre la muerte, la vida y la indisolubilidad de ambas.
He recordado el discurso que escuché el otro día de Steve Jobs en el que decía haber descubierto el sentido de la vida al ser consciente de que la muerte está tan presente (o algo así) y de como perdemos todos los miedos, cuando somos conscientes de que la muerte nos acompaña.
Es la mejor manera de vivir, saber que lo hacemos «de milagro».
Un beso, Nacho y que sigas disfrutando plenamente de ese lugar mágico en el que te encuentras.