Hoy, 24 de septiembre, hemos terminado nuestra Asamblea general, integrada por 45 personas de los 5 Continentes, del Servicio de Animación por Mundo Mejor. Ha sido una experiencia de búsqueda para renovar en profundidad nuestro servicio, como no podía ser de otra manera, dado la situación cambiante que vivimos.
Nuestra dinámica ha sido ponernos a vivir bebiendo en las fuentes, pero con los pies en la actualidad viva y provocativa, pero mirando hacia el futuro que tenemos que ir construyendo. He aquí una parábola que se empleó para expresar nuestra situación: «Somos como el pescador de perlas que desciende al fondo de los mares para extraer perlas y corales, y hacerlas emerger a la superficie de día, no sumergirse en el pasado con la intención simple de restituirlo como tal, como era ni para reanimar épocas muertas. Lo que nos motiva, es que en el mar nacen las nuevas formas cristalizadas que, hechas invulnerables a los elementos, sobreviven y esperan solamente al pescador de perlas que las llevará al día… »
Lo vivido durante el encuentro en un grupo tan plural -experiencias tan diversas, perspectivas tan variadas, situaciones personales tan diferentes…-, necesariamente te provoca, no puedes quedar indiferente, pues la diversidad cuestiona tu singularidad, tu punto de vista, tu perspectiva, tu cultura, tu visión… motivo por el cual se han dado diferentes posturas y actitudes: hay quien se siente perdido, hay quien se defiende ante lo distinto, hay quien quiere imponer su punto de vista y hay, también, quien trata de dialogar, conciliar.
Personalmente he pasado por las diferentes posiciones, unas veces quería imponer, otras dialogar y otras me callaba sintiéndome impotente ante ciertas tomas de postura. Realmente ha sido una experiencia que ha pasado por diversos momentos, pero que sin duda son una lección para la vida, puesto que ordinariamente no te encuentras ante tanta variedad, pero si te ayuda a comprender que siempre estarás ante otra persona, que es singular y ante la que, también tienes que hacer un camino de conocer, reconocer, aceptar, chocar, pedir perdón, volver a empezar…
Doy gracias a la vida, y a Dios, de haber tenido esta ocasión que me ha dado la oportunidad de vivir, una vez más, la experiencia de la universalidad. He asumido el rol que me han encomendado y yo he aceptado. Gracias, también, a aquellas personas que os habéis acordado de nosotros. Gracias.
Gozo con tu experiencia vivida.
Estoy en camino de conocer, reconocer, aceptar el dolor de la pérdida de mi madre, pido perdón y vuelta a empezar.
Doy gracias a la vida, que me ha dado mucho. Una madre, un padre, dos hermanos. Muchos familiares, amigos y amigas, vecinos y vecinas.
Mi familia, Cristóbal y nuestras hijas (Rocio y Marta-embarazada de 6 meses,
su marido y futuro papá,Marcos.nuestro hijo,Pablo e Inma (su mujer),su hijo Nicolás, nuestro nieto.
Doy gracias a Dios, por tantas criaturas que con su cercania, muestras de amor, acogida……y tantas cosas mas, compartimos LA FE, ESPERANZA Y CARIDAD.
Gracias por vuestra paciencia en el acompañamiento del duelo por mi madre.
Seguimos caminando con entusiasmo, alegria y paz.