Mi vida está como en el aire, al moverme en distintos lugares, aunque reconozco especialmente tres espacios en los que vivo y expreso la fraternidad, que hace que tenga esa sensación de vivir en el aire. Eso hace que me pregunte y me cuestione ¿Ese modo de vivir es real, es posible, es saludable, es humano? ¿Dónde proyecto mi condición humana y mi fe cristiana? ¿Dónde realizo mi compromiso social?
Pero al mismo tiempo siento la necesidad de que nuestra sociedad (española y mundial) está necesitada de un cambio profundo en lo económico, en lo social y también en lo eclesial, que siento y vivo como una oportunidad singular, que nos presenta la situación mundial, de vivir más evangélicamente, siguiendo a Jesús para ir realizando con Él el reino, la nueva humanidad.
En este contexto, siento como jamás he sentido la llamada a vivir mi vida como don que he recibido y que tengo que compartir, pues la vida que he recibido sino la gasto por lo demás ¿qué sentido tiene? Siento en mí como una doble fuerza, vivir hacia y desde dentro tratando de asumir coherentemente aquello que da sentido a mi vida, pero a la vez siento la necesidad de ir hacia los demás, aunque no masivamente, sino lo más personalmente posible; para ello trato de hacerme cercano, próximo a las personas, a la familia, a los amigos…
Esto me lleva a exigirme a mí, no a los demás como aún, algunas veces, tengo la tentación, por eso trato de comprender a las personas, con las que me encuentro, en su situación y contexto.
Siento el apoyo básico en mi familia que me sostiene, sobre todo de mi hermana (sobrinos y algunos amigos) con su amor gratuito, respetuoso e incondicional.
Otro apoyo gratificante está siendo la experiencia de vida, no solamente de servicio, que estamos viviendo las personas que participamos en la Dirección General del MMM. Darle prioridad en el servicio a vivirlo desde la acogida de la diversidad y, sobre todo, a través de una comunicación abierta, sincera y leal con que afrontamos las dificultades, problemas e iniciativas que estamos viviendo.
Esa sensación de vivir en el aire, que yo he aceptado, más o menos acertadamente, como una manera de vivir la realidad, sin alejarse o desentenderse de ella, me está ayudando a aterrizarla, a encarnarse en dos grupos de personas como son el Grupo del MMM y el grupo de Alzira, que me están siendo un aprendizaje y una experiencia, a mi edad, de saber contar con las personas en su singularidad y, a la vez, la alegría de un compartir fraternal. Para mí esta fraternidad es la que me estimula, me anima, me da fuerza y coraje de seguir en la lucha y de estar y sentirme vivo y dispuesto a seguir creciendo y madurando en todas mis relaciones.
Este ha sido el estilo de mi vida, una vivida en la itinerancia y en la provisionalidad, no como quien huye de la realidad, sino de disponibilidad y abertura que ha sido para mí la “universidad de la vida”, aunque reconozco que alguna vez he podido ser víctima o he sido instrumentalizado por alguna institución, pero creo que he sabido aprovecharme de ello para sentirme una persona libre y servicial…
Esta experiencia de vida es la que me lleva a creer en la fraternidad abierta y universal, más que en la comunidad que considero una categoría sociológica, que me sirve de base y, a su vez, me capacita y habilita para conectar más fácilmente con personas o grupos con los que comparto, haciendo presente aquello que vivo, sin pretender, ni buscar nada, lo que me permite estar más atento a la situación de las personas o grupos en los que me hago presente ocasionalmente por una invitación o un servicio.
Mi horizonte. Lo que me guía hacia el futuro. Siendo consciente de que mis límites humanos se acrecientan, pero sin que disminuyan las ganas y el coraje de vivir, y de vivir de la forma humana más plena posible, quiero compartir lo siguiente:
Tomar conciencia y vivir desde lo cotidiano, personalmente y con otras personas, el nuevo paradigma que necesita la sociedad secular, intercultural, interreligiosa y la misma Iglesia y eso desde la experiencia de Dios que tenemos en nuestro seguimiento de Jesús, aceptando que otras personas tienen otros referentes culturales y religiosos.
Por ello y para ello estoy trabajando en la búsqueda de medios y recursos para hacer un proceso que me (nos) ayude a ir realizando ese cambio de paradigma, aunque consciente de que no tengo(mos) que ver su realización, que es más intencional que real, pero estoy convencido de que hacer ese esfuerzo, al menos a mí me lo parece, es contribuir a hacer Reino, nueva humanidad.
Quiero seguir profundizando en el Proceso de traslación de las Ejercitaciones, iniciando un segundo Itinerario que nos haga más conscientes del seguimiento de Jesús, como nuestro referente de humanización, que nos llevará a un tercer Itinerario que nos ayudará a actualizar hoy nuestro servicio por un Mundo Mejor.
Nacho
Nacho, creo que gracias a tu «vida» en el aire, algunos hemos re-descubierto que los grandes montajes han acabado y hay que ir, como tú bien dices a la proximidad con la persona. Gracias porque somos capaces de vivir de una manera más humana, compartiendo y haciendo posible que nos encontremos personas de distintos estatus, distintas maneras de pensar y de hacer pero que buscamos ser más auténticos, más cercanos y más pegados a la realidad de nuestra cotideanidad. Gracias por tu enorme esfuerzo, tu capacidad de reinventarte, y tu esfuerzo constante de «estar» siempre…. Bueno y tu gran capac idad de trabajo. Gracias por haberte cruzado en nuestras vidas, nos has hecho mejores personas. Gracias, gracias y gracias a todo el equipo, nacional y mundial por vuestro esfuerzo en intentar hacer este mundo un poco más humano
macalle, ya somos dos. Hace un tiempo, un amigo me dijo que,mi conversación era de estilo narrativo, parece un elogio, pero lo pensé bien, y me
di cuenta que tengo que hablar menos, y escribir más. Pero me cuesta muchísimo narrar mis vivencias, cuando estoy inspirada, no es el momento, y cuando me pongo a ello, es cuando algo me preocupa o estoy triste. En cambio soy consciente, de que mis vivencias son más positivas y enriquecedoras, que otra cosa.
Me propongo empezar desde ya, a narrar algo cada día, de momento ya tengo un cuaderno nuevo pensado para tal propósito.
macalle ánimo, que tenemos buen maestro, a ver si lo conseguimos.
Gracias Nacho porque todo cuanto compartes, nos enriquece.
Me encantaría ser capaz de narrar lo que estoy viviendo como tú lo haces.
Parece sencillo.
Lo voy a intentar, pero… La verdad es que me cuesta trabajo ya el mero hecho de ponerme a hacerlo…
Gracias, Nacho, por compartirlo