En una tarde lluviosa, que nos auguraba a muchos de los participantes, especialmente los que procedíamos del Sur y del Este del país, un remedio a nuestra huida de los calores, pero en parte fue sólo un espejismo, pues el martes volvimos a sentir los calores aunque sin los agobios de otras partes. Nos reuníamos en el Monasterio de la Estrella (La Rioja), era el 5 de agosto y nuestro compartir empezó con una cena nada frugal y posteriormente nos presentamos los participantes y se nos dio una mochila, símbolo de la invitación a caminar a través de una experiencia que se prometía nueva y original.
Se pretendía que nos situáramos en una actitud de “escucha de la realidad cotidiana”. Este comienzo era la clave del Itinerario del Encuentro de cinco días. Estamos acostumbrados a ser convocados para reflexionar y compartir sobre un tema, o sobre una propuesta, o sobre otro interés… Ser convocados e invitarnos a escuchar nuestra vida cotidiana y compartirla, eso no es lo frecuente. Hay que reconocer que fueron bastantes personas, de las 46 que nos habíamos reunido, las que quedaron sorprendidas y, por qué no reconocer, que alguna que otra quedó bloqueada, sin duda, por el momento singular que estaba viviendo.
Como se puede intuir, no se trataba de adoctrinar ni de dar lecciones, sino partir de la propia realidad y ponernos a la escucha e invitados a escucharnos como espacio de humanización. En la sociedad occidental, cada vez son más las personas que recurren a otras culturas o religiones, especialmente orientales, para luchar contra el sentimiento de degradación humana que estamos viviendo. Nosotros creemos que una de las fuentes de humanización, en nuestra sociedad occidental, está en “dar la palabra” y crear las condiciones para escucharse y escucharnos “en” y “desde” lo más profundo, libre y voluntariamente. Esto se logra en la medida en que, poco a poco, nos vamos ejercitando, para ir experimentando su valor y su riqueza, y, que en definitiva, es lo que nos motiva para seguir practicándolo en nuestra vida cotidiana.
Al tercer día nos pusimos a la “escucha de Jesús”. Jesús no enseña propiamente una doctrina nueva para que sus discípulos la aprendan y la difundan correctamente. Anuncia un acontecimiento nuevo que pide ser acogido, pues lo puede cambiar todo. Con una audacia desconocida, Jesús sorprende a todos afirmando algo que ningún profeta de Israel se había atrevido a declarar: «Ya está aquí Dios, con su fuerza creadora de justicia, tratando de reinar entre nosotros». El primer evangelista resume así su mensaje profético: «El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en esta Buena Noticia». Empieza un tiempo nuevo; Dios no quiere dejarnos solos ante nuestros problemas, sufrimientos y desafíos. Quiere construir, junto a nosotros, una vida más humana.
En actitud de “escucha” nos adentramos en las parábolas -con una guía que quería ser una compañera para ayudarnos en los grupos-, lo más propio de la pedagogía de Jesús, donde realmente se cumple aquel dicho: “la palabra es mitad del que la pronuncia, y mitad del que la escucha”. Reconocemos que necesitamos ejercitarnos más en esta pedagogía, pues realmente no escuchamos, sino que proyectamos sobre las parábolas lo que hemos aprendido, o lo que nos preocupa. También nos aproximamos a las Bienaventuranzas de Mateo y Lucas, que constituyen el programa de Jesús y el marco que nos ayuda a comprender el mensaje de las parábolas.
Terminamos con la motivación, no sólo con la idea, de que es posible “otra manera de escuchar” la realidad a partir de lo cotidiano y hasta manifestamos, un número significativo, la voluntad de ahondar y compartir dicha experiencia con las personas más cercanas, que son con las que realmente se quiere compartir cuando se tiene “una buena noticia”. ¿No os parece sorprendente? A nosotros, sí.
Equipo de animación: Nacho, Cristóbal, Ana, Beli y Miguel Ángel
Yo también leí el articulo sobre lo que algunos consideran el testamento del cardenal Martini. No tiene desperdicio.A mi me lo recomendo la amiga de mi hija, que al igual que mis hijas están al margen de la iglesia, muy a su pesar, me consta. Porque dicen que en los planteamientos actuales que les ofrece la jeraquia eclesiastica no se sienten incluidas.Bueno no hace falta que siga poerque eso lo hemos hablado mucho. Vamos a rezar y a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que un mundo en el que quepamos todos sea posible. Un abrazo para todos y todas
Pepita
Diego me acaba de decir «echa un vistazo a este artículo»… http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/09/01/actualidad/1346523538_195624.html
y tras leerlo (os animo a hacerlo) lo primero que me ha venido a la mente es «qué hombre más valiente… me encanta, y como su apellido es Martini y a mí me gusta el Martini, pues así seguro que no se me olvida». Pues tras este peregrino e impulsivo primer pensamiento, me he puesto a reflexionar sobre este hombre y me viene un segundo pensamiento… «esta es la Iglesia en la que creo, la que este hombre representa y defiende»…
una iglesia «convertida» (que pida perdón por tantos y graves errores cometidos), una iglesia actual y real (que acompañe y escuche los signos de los tiempos), una iglesia «que transmita los sacramentos y la palabra de Dios, como una ayuda y no como un castigo»,
una iglesia «libre y cercana al prójimo», en definitiva.
Carlo María MARTINI, DIOS TE BENDIGA.
Hola a todos los que compartimos los 5 dias de La Rioja. No se porque hoy me he levantado con la necesidad de «HABLAR»con vosotros y de deciros cuanto bien me ha hecho el haberos conocido.Tambien dar las gracias una vez mas tanto a Nacho como al equipo animador por su dedicacion. Os quiero un monton.
Regina
Queridos amigos:
Mandé el escrito a Nacho con la intención de que lo leyese, y ví que lo publicó en la Web enseguida, lo que me dio mucha ilusión, pues no lo consideraba digno de ser publicado, pero al releerlo queria hacer una aclaración y es que este escrito lo hice para los deberes que nos impusimos los amigos de la parroquia a modo de reflexión sobre lo vivido en la Rioja, y cuando me referia a un proximo encuentro, me refieria a juntarnos en convivencia con muchos amigos en los que estabamos pensando y que estamos convencidos que a poco que se animen estaran encantados de compartir con nosotros un encuentro parecido, aquí en Alzira. Os agradezco a todos la oportunidad que me disteis de poder conoceros y de llamaros amigos, me sentí tan agusto entre vosotros que no dude en compartir mis sentimientos mas personales, Charo, tienes siempre la virtud de emocionarme con tu espontaneidad, recibe tu y tu marido un fuerte abrazo y os deseo lo mejor a todos, espero que mantengamos todos el contacto a traves de este lugar y del correo electrónico.
Gumer
Aunque físicamente no he podido asistir . Envió cariñoso recuerdos para persona que me conocieron allí hace años . Y:……sobre todo decir
QUE EL MUNDO ES MEJOR PORQUE ESTÁS TU EN EL , y yo desde Montilla os invito a celebrar el año jubilar de san JUAN de ÁVILA por aquí .
En mi corazón cabéis todos
Abrazos fraternales
Hola Charo: Me ha gustado lo que dices, y comparto contigo eso de que,
el sufrimiento no está reñido con la felicidad. Me alegro que todo os vaya mejor.
El Encuentro de La Rioja, ha hecho que me sienta, una mujer con una ilusión renovada, a todos los niveles. Es una maravilla que el Señor se fie de nosotros una vez más, para que, el mensaje del Reino de la abundáncia llegue a todos, y así un día, ese Mundo Mejor que todos anhelamos,sea una realidad.
Doy gracías por haberos conocido a todos, y especialmente al equipo que ha hecho posible todo lo que hemos vivido. Un fuerte abrazo. Rosa.
Hola, guapa! Gracias por tus palabras tan cariñosas. Me ha encantado conocerte, Rosa (así me llaman en mi trabajo, Rosa, como a tí… me gusta ese nombre). Un besote enorme, desde una preciosa Málaga en un precioso día.
«La felicidad no depende de cosas externas sino de como los consideramos»… es la frase que me he encontrado al abrir hoy el blog. Y no quiero dejar de aprovechar la ocasión para insistir en esa idea, con la narración de mi experiencia que vivo en este momento.
Este fin de semana estoy de guardia, tras una larga y difícil semana, también de guardia (no me extiendo en detalles sobre lo dura que ha sido).
Así que estoy aquí, en Málaga, y ya sabéis que por la guardia no me puedo mover, como en estos momentos yo hubiera querido. Porque Diego (al que conocéis) ha debido irse a Antequera ayer tarde, para hospitalizar a su madre. Lleva con ella en urgencias dese entonces (eso es lo que tiene la seguridad social, esa de los pobres que se quieren cargar…), sentado en una silla dura e incomóda y rodeado de un montón de personas enfermas, que sufren.
Esto es solo una pequeña experiencia, la que hoy ha tocado vivir, la que os narro. Y tan solo para aprovechar y con ella deciros que me siento muy afortunada y que siento que soy una mujer feliz.
Tengo la inmensa suerte de tener un trabajo (en estos tiempos es para estar dando saltos de alegría) y por ello estoy de guardia. Y tengo la inmensa fortuna de convivir con un pedazo de hombre, que cuida de su madre con tanto mimo y dedicación, que me emociona. Su historia, esa que debimos escribir en la Rioja, iba sobre su madre y su situación de absoluta dependencia, y cuanto le enseñaba a él, esa mujer postrada por un ictus… Y ya recordaréis todos lo emocionada que estuve toda aquella mañana… y a la vez llena de felicidad.
Pues eso, que soy una mujer muy feliz, incluso en estos momentos de dolor, porque tengo la suerte de que alguien de la talla humana de Diego me quiera como mujer. Casi ná!
Y es que…¿quien dice que el dolor esté reñido con la felicidad?
Ya le tengo en casa. Su madre está bien y él genial! La vida sigue… y la opción de ser feliz se mantiene, en los buenos y no tan buenos momentos. Y a mí me sirve recordar eso….que «ser feliz es una opción»,… mi opción.
Un abrazo a todos/as. Y sed felices… decidlo, tomad esa opción!
Al leer tu mensaje me he sentido llamado ha manifestarme, también por este medio, porque cuando se «escucha» a las personas desde dentro, sientos como algo mío lo que os sucede a vosotros, con rrespecto a la madre de Diego y la caraga que tiene, cuando afirmas ¡que estás de guardia!… Pues eso el compartirlo hace posible que otras personas podamos vivir vuestros esperanzas, preocupaciones y alegrías.
Unidos en el camino de la esperanza
Nacho
Breve revisión de mi participación en Rioja 2012
Una vez de regreso y después de un periodo de reflexión me atrevo a apuntar algunas conclusiones del pasado encuentro.
Quiero diferenciar en principio entre el lugar y el contenido: El lugar, el monasterio de Sta. Mª de la Estrella, que propicia el marco adecuado para el aislamiento, el retiro, la oración y la reflexión, y crea un espacio ideal para este encuentro, en una fecha al final del verano donde algunos ansiamos un momento de reposo y de dedicación para nosotros mismos y para Dios. El numero de participantes también aceptable si bien de entrada parecía excesivo, pero que ha resultado muy adecuado.
La designación en grupos de 8 personas, bastante bien y el resto de medios, como lugares de intimidad, de reuniones, capilla, en definitiva un lugar difícil de reproducir, pero ideal para estos encuentros.
En cuanto al contenido observando la programación del encuentro, deseo detenerme un momento en el preámbulo donde se anuncia la llegada del 50 aniversario del concilio vaticano II. Que no recibió ninguna atención en todo el encuentro pero que puede ser un objetivo general para los próximos.
En general se mantuvo la programación establecida inicialmente, si bien leyendo el documento inicial era difícil de predecir de que íbamos ha tratar. En este sentido se alaba la cuidada puesta en escena y el trabajo de preparación ejercido por los organizadores.
Con mi asistencia al encuentro pretendía principalmente reflexionar, sobre mi vida, sobre el tiempo transcurrido desde mi anterior encuentro (hacia ya 10 años) las circunstancias que me llevaron en aquella ocasión a asistir a aquel encuentro y las actuales, pero sobre todo tenia el interés de reflexionar sobre mi vida junto a Jesús. En este sentido tengo que decir que me encuentro satisfecho, con la maleta llena de conclusiones personales.
Desde el primer momento, bien porque reconocí a algunos participantes de la anterior ocasión y sobre todo porque sabia a lo que venia, y conocía el entorno, y las normas, me sentí muy cómodo y a gusto, claro que para romper el hielo inicial me ayudo especialmente el ir con mis amigos de la parroquia. En este sentido creo muy acertado la presencia de personas de la misma parroquia.
Desde el comienzo se notaba en el ambiente el deseo de agradar, en este sentido lamentaría si con mi comportamiento pude molestar a alguien pero yo personalmente percibí un ambiente de cortesía y amabilidad, que me animo a intervenir con soltura, en especial noté el agradecimiento de todos ante el mínimo esfuerzo que pude hacer por participar en los trabajos. Me sentí especialmente motivado en las intervenciones en pequeño grupo que hicieron que en algún momento se alargase el tiempo establecido y que por otra parte me pareció el adecuado, una hora dejaba el deseo de seguir debatiendo y en el caso de que algún grupo no conectase bien no era un tiempo suficientemente largo para que la gente se aburriera.
El eje principal para mí, se desarrollo en la experiencia de pensar sobre la vida cotidiana y los problemas del día a día, si bien yo no deje de dedicar mi tiempo en pensar en los jóvenes y su futuro., aunque soy una persona habituada a poner mis pensamientos por escrito en alguna ocasión, soy mas dado a reflexionar en la soledad de mi casa, y el hecho de meditar directamente sobre un papel me resulto una experiencia que pienso repetir, sobre todo porque los pensamientos cuando quedan escritos son los que son y no los que creías que eran. Esto indudablemente te ayuda a aclarar tus propias ideas. Pero sobre todo destaco la labor de escucha a que nos obligamos todos los presentes.
Una vez vivido el encuentro queda la dura tarea de buscar alguna aplicación. Caminar despacio con los pies en tierra, con la ayuda del Espíritu y la confianza en la buena fe de los objetivos perseguidos, tratar de ayudar, de escuchar, de dejar que los demás se expresen y sobre todo de respetar, son las conclusiones que me animan después de este encuentro, pienso que hay que hacer algo, un poquito, en mi caso aunque parezca un atrevimiento a animar a los animadores, a aquellos que en su día establecieron una base que aunque no lo parezca vibra y esta a la espera de un empujoncito, no hay que espantar sino aunar esfuerzos. Por eso propongo la realización cuanto antes de un encuentro sin grandes pretensiones, de corta duración un día a lo máximo y que se considere una experiencia de encuentro inicial donde podamos ir reuniendo a las personas que por una u otra razón se han ido dispersando.
Por ultimo apuntaría a reflexionar sobre ese 50 aniversario del concilio Vaticano II, que me reafirma en la necesidad que la iglesia tiene de un nuevo concilio en la que la participación de los laicos sea también destacada.
Gumer
Me encanta la sutil observación que haces al principio respecto al Vaticano II: «Que no recibió ninguna atención en todo el encuentro» . En efecto no se nombró, pero… si lo que hicimos durante esos días está en el camino de las sugerencias del Concilio, ¡Estupendo!
… ¡Mucho mejor es practicarlo que hablar de él! ¿no Crees?
UNA EXPERIENCIA TRANSFORMADORA
Eran las 9:15, ya estábamos distribuidos los siete en los dos coches (Gumer había tenido que partir por cuestiones personales el día anterior con el suyo), todo a punto, encendido de motores, últimas miradas, ya nos vamos, parece increíble, pero ya nos vamos, y en esta ocasión vamos los dos (mi mujer y yo); hacía mucho tiempo que no habíamos tenido la oportunidad de poder compartir una experiencia de este calado los dos juntos pero, allá vamos…
Nos ponemos en camino, una parada, dos, tres, estamos entrando ya por el camino que conduce a la explanada, contemplamos los edificios, las fuentes, los rosales, los viñedos… son aproximadamente las 19:00, hemos llegado a nuestro destino.., me siento ilusionado y afortunado, he ido con mi mujer, con mis mejores amigos, con más amigos del grupo, de la parroquia.., pienso aprovechar la oportunidad.
Poco a poco vamos llegando todos, a algunos ya los conocía de otros encuentros, los recordaba del año pasado; otros iba a tener la ocasión de conocerles. En fin, aunque yo no soy de los que rompe primero el hielo, para eso mucho mejor mi mujer, por mi parte tampoco va a quedar.
Cuando el equipo animador nos presentó el itinerario a seguir y Cristóbal empezó a decir que a él le había supuesto echar las estanterías de su cabeza para volverlas a ordenar, y que no le había resultado nada sencillo, el reto empezó a gustarme; venía buscando algo nuevo y aquello empezaba a pintar bien para mi.
Cuando empecé con el primer ejercicio de inmersión personal, que por cierto, hacía ya demasiado tiempo que no lo ponía por escrito y me vino muy bien, algo en mí ya empezó a transformarse.
En el pequeño grupo el hecho de compartir desde la experiencia, desde la escucha activa, desde el identificar nuestros sentimientos y emociones, ha supuesto también para mi una gran riqueza y pienso, que a pesar de que en esta ocasión hemos tenido más momentos para el pequeño grupo, aún nos hemos quedado con ganas de tener alguno más. Personalmente me llevo un muy grato recuerdo de todos los que estábamos en el grupo BUSCAR: diversos, con vivencias profundas, con ganas de compartir, con inquietudes e insatisfacciones, con enormes deseos de encontrar.., un grupo extraordinariamente valioso que llevo ya en mi corazón para siempre.
Y ya en el gran grupo, hemos compartido en oración, emoción, alegría, acción de gracias.., ha sido una experiencia transformadora.
Sinceramente creo que el Espíritu se ha hecho presente en un Pentecostés muy particular, que a mi personalmente me está diciendo que esto no puede, no debe, quedarse aquí; es demasiado valioso, es demasiado bueno, y hay demasiadas personas que están a la espera de que alguien simplemente se les acerque un poco y les muestre que el reino de la abundancia es posible, que la vida a pesar de todo, aún sigue mereciendo la pena; que a pesar de la tentación de excluir (y hago presente en este momento a mi entender, una conclusión muy positiva de Nacho, a resultas de la parábola que nos tuvo ocupados media tarde), no estamos llamados a separar, sino a vivir, y lo que nos tiene que preocupar es cuidar el crecimiento.
Que importante la labor del equipo animador, ¿cómo no acordarme de vosotros en este momento?; habéis estado atentos, sensibles, preocupados.., estoy seguro de que no va a ser en vano, Dios lo va a multiplicar. Gracias por vuestro trabajo, por vuestra apertura, por vuestra dedicación, por vuestras convicciones y por vuestro testimonio; valéis mucho la pena, no os canséis.
Estoy ya de vuelta en casa, en mis realidades cotidianas, todo está más o menos como lo había dejado, pero nosotros, Amparo y yo, no estamos igual. Estamos transmitiendo nuestra experiencia, y nuestras hijas están con todos los sentidos atentas, interesadas, incluso les llego a notar los ojos chispeantes; no está mal para volver a empezar, ya me ha merecido sólo por esto sobradamente la pena, pero… NO, esto no va a quedarse sólo aquí…
Edu
1.- SENTIMIENTOS
– Despertar
– Redescubrir
– Ilusión
– Valentía
– Incertidumbre
2.- IDEAS
Nuevo modo de ver la realidad. Partiendo de lo cotidiano, de lo propio de cada día, para descubrir la huella de Dios en medio de nuestra vida, y lo más importante, abrir nuestros ojos y nuestros oídos, para intuir con la luz de Jesús lo que nos esa ofreciendo para que podamos ser más felices como personas propias, individuales y miembros de una humanidad en construcción, nueva, donde cada cual se sienta parte protagonista del mundo mejor que deseamos dejar en herencia como regalo para quienes vengan a vivirlo.
3.- NARRACION
Hace unos días tuve la oportunidad de vivir una experiencia que ha servido para despertar en mí nuevas ilusiones.
He compartido seis días con cuarenta y seis personas llegadas de diferentes zonas de la península, entre ellas estaban M. José, mi esposa, y mis amigos Amparo, Edu, Rosamari Giner, Isabel, Celia y Gumer.
El Encuentro me ha supuesto una reflexión interior que partiendo de lo cotidiano que vivo y vivimos, nos hizo llegar a la conclusión que todos, desde nuestras particularidades y circunstancias propias, las mayores preocupaciones se centran en los más cercanos – esposos, hijos, padres, hermanos, familiares,…-. Es en ellos en quienes se centran en primer lugar nuestra dedicación. El mundo laboral, es quien ocupa la gran parte de nuestro tiempo, y desde esas realidades compartíamos los interrogantes que nos lanza la vida ordinaria, lo que nos ayuda y lo que dificulta nuestro día a día. Desde las realidades cotidianas, alzábamos la vista a las percepciones del mundo, a lo que controlo y lo que se me escapa y como ha cambiado el mundo y mi vida en esta última década.
Esta interiorización personal ha tenido que ser narrada, sirviendo como un ejercicio para fijar nuestras vivencias, no como ideas, sino como realidades concretas que vivo, para a partir de ellas, poder realizar un análisis que me ayude a reflexionar, comparar, analizar y que me ayude a mejorar mi vida en sentido interior y relacional con quienes vivo y me relaciono.
El compartirlo con las personas de mi grupo, en una actitud de escucha, ha supuesto una gran riqueza, pues desde la diversidad de las situaciones de cada una de las personas he descubierto la preocupación común de todos de alcanzar no solo mi felicidad, sino el compromiso de mejorar la felicidad de quienes nos rodean, descubriendo la diversidad como la gran riqueza de la sociedad en la que vivimos.
Desde esta realidad, concluíamos que otro mundo es posible. Y Jesús nos lo presenta en el Reino que nos anuncia, un reino nuevo, un Reino de abundancia, en contraposición a un mundo de carencias y recortes que el mundo actualmente nos presenta.
La escucha de la Palabra, siguiendo un esquema de apertura activa, abierta, dispuesta a reconocer la novedad que la misma nos ofrece a nuestra vida actual. La riqueza de compartir las Parábolas, las Bienaventuranzas y el Padre nuestro nos abre una ventana a vivir una nueva humanidad.
La vivencia de estos días, han sido un proceso de interiorización, de reflexión y análisis que ha supuesto en mi vida actual un proceso de Despertar, de sentirme yo mismo, con mis realidades, mis pensamientos, mis palabras, compartiéndolas y escuchando las de las otras personas me ha hecho sentirme persona. Redescubrir que las personas necesitamos ser oídas y por tanto necesitamos que se nos de la palabra, para que seamos reconocidos como seres particulares, diferentes, que viven junto a otras personas la experiencia de sentirse hijos de Dios y la grandeza que ello supone.
La ilusión de que otro Mundo es posible. Si en estos días hemos sido capaces de hacernos sentir personas, también podemos hacerlo en la vida diaria, en lo cotidiano de nuestra existencia.
Esto supone un reto en mi vida que es perder el miedo al formalismo, al que dirán, a la confrontación, para poder ir construyendo un nuevo modo de relaciones que hagan posible la presencia del Reino que Jesús anunció en medio de nuestro mundo.
Ante ello tengo el sentimiento de incertidumbre, de cómo poder ofrecer un servicio a otras personas, para que puedan descubrir lo que en estos días hemos vivido, pero tengo la esperanza de que junto a las personas con las que he vivido este acontecimiento iremos encontrando el modo para que las personas se sientan parte protagonista del mundo mejor que deseamos dejar en herencia como regalo para quienes vengan a vivirlo.
Gracias a este grupo de personas (equipo animador y también equipo animado y animoso), re-descubrí a Jesús (…y resucitó/é!!) tras un largo periodo en que lo mantuve alertagado, culpando a la Iglesia de haberse apropiado de la figura de Jesús, para manipularla y contaminarla de cuantos intereses cubiertos y encubiertos les conduce (lamento haber metido a todos en el mismo saco).
Gracias de nuevo a este grupo cristiano, re-descubrí los Evangelios, que tan olvidados tenía y de los que tantas interpretaciones tenía que oir tan lejanas a mi modo de entender la vida, que más que valores, en muchos momentos me parecían antivalores lo que pregonaban (seguramente no supe escuchar…). Pero ahora, me ha parecido muy acertada su lectura y el modo de interpretarlos, con una guia que me abre nuevas maneras de entender lo que se nos transmite, y siempre por personas que vivieron en una época determinada. Me ha encantado re-descubrir esos textos. Gracias, amigos/as. Siempre me hacéis crecer y desear volver a encontraros un año más. Es una gozada haber compartido con todos vosotros la experiencia de la fe, y de narrarla desde la experiencia vivida, desde la realidad escuchada atentamente.
Un besote enorme a todos/as y muy especial a ese pedazo de equipo animador que se lo curra al máximo para todos nosotros/as. Gracias!!!
Afortunadamente soy una de las personas que tuve la suerte de compartir esa experiencia de 5 maravillosos dias en La Rioja. No es la primera vez que asisto ni creo que sea la última, siempre confiando en que así lo tenga dispuesto Dios. Voy a intentar ser breve y concisa.Para mi ha sido un gran descubrimiento, mirar desde otro ángulo, muy diferente al que yo estaba acostumbrada, el mensaje que Jesús nos comunica, tanto en las parábolas como en el padrenuestro y en las bienaventuranzas. A mi siempre me ha resultado muy agobiante leer y comprender lo que realmente me decia el Evangelio.Posiblemente por una forma de enfocarlo ,o que yo lo entedí así, pero a mi me resultaba muy dificil ´no ser cizaña, o la oveja descarriada, o la semilla que cae el camino etc. Le daba mucho mas énfasis » al no ser» y claro está no llegaba nunca a poder ver «el ser».No se si me explico, es decir, me parecia a mi que se me exigia tanta perfección y yo me veia incapaz de llegar a ella, estaba tan obsesionada buscando el bosque que no veia ni siquiera la plantita que tenia a mi alrededor, y me daban miedo esas frases tremendistas que tiene el Evangelio en algunos de sus pasajes, como por ejemplo, «el crujir de dientes», «el fuego eterno» etc. Sin embargo después de esta experiencia parece como si mis ojos , o mejor mi entendimiento se hubieran abierto y he comprendido que es mucho mas sencllo que todo eso y que soy capaz de poder participar del Reino de Dios aquí en este mundo y compartirlo con los que me rodean y que en mi vida diaria y que con mis miedos y con mis imperfecciones, a pesar de las cuales Dios me quiere igual, puedo ser capaz de hacer la vida mas agradable a los demás. Creo que voy a empezar a leer otra vez el Evangelio desde una perspectiva mas sencilla y positiva.
PEPA