Hace unos meses he vivido durante un fin de semana en compañía de un grupo de personas bastante queridas, una experiencia muy gratificante y enriquecedora en la que los participantes compartimos en forma de narración, algo de lo que para cada uno de nosotros, constituía o había constituido un hecho o un proceso de importancia para nuestra vida.
En mi caso, la experiencia, como ya he dicho antes, fue intensa, ello me ha llevado a querer compartir desde este blog, tanto mis sentimientos y vivencias de este encuentro como lo que narré en esa ocasión:
“Ya en otros momentos he compartido con bastantes de vosotros el profundo proceso de cambio personal que desde hace tiempo vengo experimentando. Este proceso viene afectando a casi todas las facetas de mi vida, en él han confluido elementos:
o Familiares (problemas de salud de mi esposa, dificultades de mis hijas en cuanto a sus parejas, paro de mi hija, también mis propias limitaciones de salud, así como el nacimiento de mis nietos y las necesidad de prestar servicio a ellos).
o Profesionales, la jubilación fue en su momento un detonante que me hizo modificar bastantes actitudes, aunque me costó adaptarme, pero también me ha permitido reflexionar y dedicar tiempo a tareas que antes ni siquiera podía plantearme.
o Han cambiado bastantes actitudes personales, así como mi fe ha madurado bastante, especialmente en el sentido de hacerse menos mágica y acercarse mucho más a los demás.
o Para mí hoy resultan más importantes las personas y las relaciones con ellas, especialmente con mi esposa (aunque me está costando mucho aceptar sus limitaciones de salud). He ido poco a poco considerando como más importante estar al servicio de los demás, aunque me cuesta aceptar que los otros tienen sus ritmos y su forma de hacer y de entender. En este proceso he aprendido a respetar ese ritmo de los demás y sus formas de funcionar.
o En el momento actual me siento constreñido por situaciones de salud de personas cercanas a mi entorno.
o Tras todo lo comentado quiero compartir con vosotros que este proceso que he relatado está siendo de una gran riqueza interior, me está haciendo más persona, me siento con mayor esperanza y veo las cosas con un optimismo sereno y esperanzado, aunque no tenga que ser yo quien lo disfrute. Es decir, a pesar de las muchas dificultades, cambios, etc., personales y del mundo que me rodea, veo con cierta serenidad que el futuro es cada vez más esperanzador. Intento ser coherente entre lo que pienso y cómo actúo. En resumen, este proceso aunque me inquieta y desasosiega me resulta gozoso y gratificante.”
¡ Te admiro Cristobal ¡
Y al leer tus reflexiones te doy las gracias por mostrar en ellas toda la sensibilidad que habita en tu alma y que tienes para con las personas que te queremos ¡¡
Doy gracias a Dios por esa gran familia que habeis formado y con la que yo me siento unida a todo lo que os suceda
Eso es la fraternidad del evangelio ¡¡¡ saber que siempre hay un sitio más en vuestro corazon y en vuestra familia para esta amiga montillana
A la salud habrá que decirle que ACEPTO
A los hijos que Acepto
A lo que sucede cada día – Acepto – y así nos ponemos en las manos de quien ES la Esperanza y Luz en la andadura por este camino que no es para siempre ¡¡¡ es para servir de mensajeros del bien ¡¡¡ como lo sois vosotros para mi ¡¡
Dios te bendice con la maravillosa familia y amigos que tenemos ¡¡¡