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Una forma de trabajar que fue cambiando mi vida

By 14/11/2015Experiencias

Cambiocris1He vivido las Ejercitaciones dirigidas por distintas personas, varias veces en momentos diferentes de mi vida. Todas ellas han sido de una gran riqueza espiritual y me sirvieron para crecer. Cada una de las veces que las he vivido tuvieron una resonancia distinta en mí, desde las primeras en las que era un jovencito iniciando mi vida profesional así como mi vida en pareja, hasta las últimas, todas ellas me han ayudado a vivir proceso de desarrollo personal que me han ido haciendo ver las cosas de manera diferente. Dado que de las últimas hace ya bastantes años, desde entonces, quiero señalar que ha cambiado bastante, nuestra sociedad, la forma de entender la religiosidad, y como no, el entorno en que me muevo, mi vida familiar, profesional y mi forma de vivir la espiritualidad.
El modelo de Ejercitaciones que venía proponiéndose hacía hincapié en un 1er tiempo al acercamiento al mundo y a los signos de los tiempos desde una perspectiva sociológica y general, para luego pasar en el 2º tiempo a tener en cuenta la vida de los participantes y las exigencias del evangelio y un 3er tiempo sobre la situación de la Iglesia, de la sociedad y los horizontes a que están llamadas.
El hecho de pasar de una espiritualidad individual en la que la relación con Dios se presentaba de manera muy vertical, yo con Dios, y siempre sometida a normas y reglas de comportamiento, a otra en la que se tenían en cuenta elementos comunitarios, supuso para mí un cambio muy importante y me ayudó a revitalizar mi fe y madurar en la misma. A ello han colaborado las ejercitaciones. Sin embargo el paso del tiempo con sus cambios de todo tipo y mi propia evolución personal me hicieron ver, ayudado y en compañía de otras personas, la conveniencia de dar mayor cabida, al trabajo de mi propio proceso de interiorización, conocimiento de mí y de lo que constituía mi vida cotidiana.
Lo citado tiene su razón para situar el recorrido experiencial que han supuesto para mí los últimos años. Años en los que hemos ido intentando experimentar una forma actualizada de las Ejercitaciones. Y que ahora paso a describir:
Desde el año 2008 en los encuentros que venimos celebrando a principios de agosto en el Monasterio de La Estrella (La Rioja), se ha ido poniendo en marcha un proceso de progresivo acercamiento a distintos aspectos, mediante diversas temáticas:
• La justicia,
• El perdón y la reconciliación: con uno mismo, con los otros y con Dios.
• Viviendo relaciones nuevas en un mundo cambiante.
• Compartir experiencias para mejorar nuestras relaciones.
Todo este recorrido me supuso un continuo y progresivo trabajo personal de interiorización, reflexión sobre mí, e ir tomando conciencia de la necesidad de partir del conocimiento de uno mismo para trabajar la espiritualidad y mejora de las relaciones.
En el año 2013 y con este bagaje, abordamos de forma experimental un itinerario para hacer una lectura de los Signos de los Tiempos. Intentando experimentar una adaptación al momento actual del primer tiempo de las Ejercitaciones.
• Fuimos acercándonos a la escucha de la realidad desde la perspectiva de esa realidad cercana en la que me muevo. La vida cotidiana
• Profundizamos en los Signos de los Tiempos.
Estos dos años dedicados al trabajo de acercamiento y discernimiento de la realidad, no como algo teórico o de análisis social, sino desde mi mismo y mi vida en relación con los más cercanos han sido fundamentales para el proceso de cambio de toda mi vida espiritual y como no para modificar, la manera en que me relaciono con los demás y conmigo mismo. Este proceso es un proceso en el que existen aspectos positivos y otros negativos, cuyo conjunto me ha llevado a irme convenciendo, de que aunque me cuesta, todo ello son signos de vida que me han sido útiles para remodelar mi forma de entender mi vida y mis relaciones con mi familia, con los otros y con Dios.
Los últimos cinco años de mi vida han supuesto cambios muy profundos: jubilación, ciertas limitaciones de salud, dificultades familiares de mis hijos, nacimiento de mis nietos. Todo ello ha supuesto un proceso de adaptación a esta nueva etapa que me ha llevado a la necesidad de reestructurarme y hacerme consciente de la conveniencia de pensar menos en mí y más en los demás.
El trabajo de la segunda parte del Itinerario, que lo hemos experimentado el pasado mes de agosto, ha supuesto avanzar un paso más que me ha permitido confrontar el proceso vivido anteriormente y mi situación vital a la luz del evangelio. Quiero resaltar que en este encuentro, he podido disfrutar y gozar de toda la riqueza que encierra. Han sido unos días llenos de trabajo personal, reflexión sobre textos bíblicos y comentarios sobre los mismos que me han parecido deliciosos y profundamente enriquecedores. Las aportaciones en las asambleas han sido de una gran variedad y riqueza; aunque en algún momento se nos escapó la vena moralizante o de consejo; en general, a pesar de ser un grupo tan numeroso (37 personas) conviene señalar el respeto y el ambiente de escucha ante las comunicaciones de cada uno de los participantes. Quizás sea conveniente vivir esta segunda parte del Itinerario en grupos más reducidos.
Quiero también señalar, lo novedosos, profundos y valientes que han sido algunos de los planteamientos expresados ante las cuestiones suscitadas por la lectura de determinados textos.
Han sido cinco días de trabajo intenso, pero que como comentábamos mi esposa y yo en el viaje de vuelta, han supuesto una renovación espiritual en nosotros de gran importancia. Hemos vuelto contentos y con ganas de ofrecer aquí en Málaga a otras personas con las que compartimos intereses similares, la posibilidad disfrutar de este 2º paso en el Itinerario.
¡Gracias! porque este proceso de renovación personal y espiritual es un signo de vida que personalmente me rejuvenece. En el ITINERARIO de mi vida (mi vida única) he dado un nuevo paso que me ayuda a ser más coherente y feliz, en resumen más persona.
Cristobal Pino

2 Comments

  • Rosa Mª dice:

    Hola Cristobal, gracias por esta reflexión que me ha hecho pensar y me ha enriquecido al leer-la. Suerte que tienes, Ana, que te llega de primera mano.
    Gracias y un abrazo a ambos.

  • Ana dice:

    Gracias por tu narración. Comparto todo lo que has escrito, me siento identificada contigo en lo vivido en estos itinerarios. No sabría escribirlo mejor. Esto de estar casada en régimen de gananciales es una gozada, ya que me permite disfrutar de estas experiencias compartidas.
    Amén.
    Gracias otra vez
    Ana

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