No hace mucho, caminando bajo el sol de una primavera generosa, descubrí una forma oscura cerca de mí.
«¿De dónde vienes?» me dice esta forma. «Yo vengo de un país sin sol.»
«¡Eso no existe!» respondí.
«Sí, te lo aseguro.»
«¿Cómo es eso posible si eres una sombra, necesitas luz para ver una sombra, no?»
«Ah, exacto, me ves como una sombra pero, de hecho, nadie puede verme.»
«Y aun así te veo.»
«Sí, es normal, tú me ves porque soy tu parte de la oscuridad. Yo soy lo que tú eres, escondes, enterrado y lleno de ellos y que vive ahí, junto a tu felicidad que, él, ilumina.»
Me quedé en silencio.