Mis sensaciones fueron muy positivas, en primer lugar porque me encontraba a gusto, en confianza, en un grupo que me permitía sentir que podía abrirme, expresarme libremente.
Esa sensación, de acogimiento, respeto y confianza, ayuda ya de antemano a que todo fluya.
Me gustó mucho también, y en esta ocasión como novedad, la participación de distintos perfiles personales y de edad. Esa diversidad, en esta ocasión más si cabe, por la presencia de jóvenes, muy jóvenes, y sobre todo, de niños/as, correteando por allí, daban una frescura y una vida extraordinaria al grupo. Era realmente, como la vida misma, que nada la interrumpe y que incluso la participación de alguno de estos niños, fue tan rica, que los mayores podíamos aprender cosas nuevas de ellos. Y todo integrado en forma de Vida, con menos teorías, y más vida. Continue Reading



