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Conversaciones, Justicia Social.

Día sí y día también me acerco a este libro,
para mirar las nuevas entradas,
y me muero de ganas en participar.

Amig@s, vuestro ropero es mayor que el mío,
lo que vais exponiendo lo manifiesta,
pero no creáis que yo voy siempre de negro.

Es a medio día,  después de comer, cuando la terperetura
es más agradable para dar un paseo. Continue Reading

SOLEDAD MASIFICADA

El otro día me comentaba un matrimonio joven, recién casados, la necesidad que sienten de tener su propio espacio de soledad y, cómo les ayuda en su relación como pareja. La mujer, quizá más sensible, contaba que había asistido a curso sobre meditación, pues constata la necesidad de entrar en su propio mundo. Continue Reading

Jesús, camino de encuentro con Dios

Dios parece hoy un desconocido, para mucha gente. No les cabe en la cabeza que Dios pueda ser para alguien una fuente de alegría y de fuerza para vivir. Pero el encuentro con él puede cambiar tu vida, al menos tu manera de vivirla.
Al menos a mí me la ha cambiado…

Bastantes personas con las que me encuentro, me dicen, sin yo decirles nada, que hace ya mucho tiempo que han dejado las prácticas religiosas. Viven alejadas de la Iglesia. Pero creo que lo primero que tiene hacer una persona
hoy, para encontrarse con Dios es vivir una experiencia de encuentro. Surge la pregunta ¿pero cómo puede tener esa experiencia de encuentro, que me abra a Dios?, ¿qué caminos puedes seguir para buscarlo? Continue Reading

¿Año nuevo, vida nueva?

En esta tarde tranquila del 31 de Diciembre, antes de partir hacia el encuentro con unos amigos para celebrar la “noche vieja”, me preguntaba ¿qué celebramos en Nochevieja, en Año nuevo, y sobre todo  el momento mágico que los separa, esa medianoche  distinta de todas las  medianoches del año que acaba y del que empieza?

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NAVIDAD: encuentro con el Dios de Jesús

Hoy resulta difícil sustraerse, a pesar de la crisis económica, al ambiente de compras, de comidas, de regalos…, quizá sea la época del año que más tenemos que echar mano de la agenda para concretar cenas, visitas, encuentros, ir de compras…

He tratado de acercarme a una persona lejana a nuestra cultura occidental, un joven chino que conocí en Roma –las mujeres de la casa lo “bautizaron” poniéndole el nombre de “Pietro”-. Este año, desde Pekín, me ha felicitado la Navidad. Le pregunté, por correo electrónico, cómo vivió la Navidad que pasó en Roma hace dos años. Su respuesta ha sido concisa y clara: “Yo vi mucha fiesta, mucha alegría, mucha comida –he de decir que él comían poco-, muchas reuniones de amigos y familias…, todas las personas, sobre todo jóvenes, parecían muy alegres. Lo que más me sorprendió es que cuando terminaron las fiestas todo volvió a la normalidad, como si no hubiera pasado nada”. Continue Reading

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