Muy a menudo visito a mi padre. Os pongo en antecedentes: 90 años, muy poca movilidad debido al dolor extremo, problemas de corazón, solo oye por un oído y no al cien por cien y un mácula en los ojos y cataratas sin posible solución, que le impiden leer e incluso reconocer a las personas hasta que no las tiene enfrente y oye su voz.
Todas estas limitaciones físicas conviven con una memoria envidiable, una mente ocupada: en la actualidad que sigue de forma exhaustiva a través de la radio con sus auriculares, en buscar soluciones prácticas a los problemas del hogar, que él no puede resolver y que siempre acaban con un….si yo pudiera…, en el rezo del rosario que sabe de memoria porque fue muchos años activo en su parroquia y sacristán de la misma y para finalizar lo más importante que le ocupa, es estar al lado de su mujer totalmente dependiente y con la que ya no puede siquiera hablar. Read More