En este tiempo del adviento me propongo ejercitarme en la esperanza, para ello me pongo a “mirar” a la sociedad, a la aldea global. Conste que no quiero huir de la realidad cotidiana, sino todo lo contrario como se podrá comprobar, en eso confío.
Comienzo por el último suceso global, la muerte de Fidel Castro, como dice mi hermana tenemos Fidel hasta en la sopa, curioso personaje que desde su rebeldía utópica contra la injusticia que sufría el pueblo cubano ha pasado a hacer de su pueblo su propia familia. No entro a valor y distinguir su talla política y demás aspectos que sobrepasan mis posibilidades. Simplemente quiere hacer una constatación…